Lesiones corporales deliberadas como crimen de guerra contra los ucranianos
En los territorios temporalmente ocupados, el ejército ruso cometió una serie de crímenes, entre ellos los más serios son la tortura, los asesinatos y las detenciones forzadas. En este contexto, los medios de comunicación y los defensores de derechos humanos no prestan mucha atención a lesiones corporales deliberadas; no es fácil distinguirlas de la tortura o del intento de asesinato, ya que esto requiere conocimientos legales más profundos.
En mayo de 2024, la iniciativa T4P registró 336 casos de lesiones corporales deliberadas causadas a civiles durante la guerra en Ucrania.
- Región de Kyiv: 95 casos
- Región de Chernigiv: 60 casos
- Región de Jersón: 48 casos
La mayoría de las lesiones fueron causadas con armas pequeñas o vehículos. Los francotiradores disparaban apuntando a las piernas o brazos de las víctimas para limitar su movilidad u obligarlas a permanecer en una zona determinada. Los soldados rusos atropellaban a los residentes de los territorios ocupados; según las víctimas, a menudo esto sucedía bajo efectos de alcohol y sustancias estupefacientes.
Si bien la tortura o los asesinatos deliberados en el contexto de la invasión rusa son mayores en número, las consecuencias de las lesiones corporales pueden ser igual de devastadoras: las víctimas sufren mucho y pueden morir por falta de atención médica. Muchas personas han sobrevivido de milagro.
Hemos identificado a 153 personas con lesiones corporales deliberadas. Ocho murieron por sus consecuencias, a menudo porque no había nadie para ayudarles o porque la gente tenía miedo de hacerlo debido a posibles represalias de los rusos. Hemos identificado a 7 perpetradores de estos crímenes que deben ser procesados.
La mayoría de las víctimas fueron lesionadas durante ataques en la calle o en los puestos de control. Sólo una pequeña parte (menos del 10%) de las víctimas fue herida en sus casas. Son los casos sucedidos durante las patrullas, redadas o registros masivos realizados por el ejército ruso en las viviendas de la gente local. Al ofrecer la mínima resistencia éstas personas fueron golpeadas. Además, no importaba si la víctima era sospechosa de algo: las palizas servían para reprimir la resistencia y obligarla a callarse. No se permitía ni preguntar los motivos de los registros.
Parte de las víctimas protestó contra la expropiación ilegal de sus bienes durante estos registros. Protestaron porque les estaban robando sus objetos de valor, muebles y electrodomésticos. Estas protestas a menudo les llevaron a una paliza.
¿Por qué esto no se considera tortura?
¿Qué diferencia hay entre tortura y lesión corporal deliberada? Es una pregunta difícil hasta para un abogado en derecho penal internacional. Generalmente la tortura implica daños físicos más o menos graves, pero tiene otra característica adicional: se utiliza con un propósito. Esa violencia implica un intento de obligar a la víctima a hacer algo o a abstenerse de determinadas acciones. Por lo general, se utiliza durante los interrogatorios o contra las personas encarceladas para reprimir su voluntad.
En cuanto a las lesiones corporales deliberadas, no tienen un propósito claramente definido, aparte de causar daño físico. Por lo tanto, estos casos de daños corporales a civiles (con el uso de armas pequeñas, vehículos, armas improvisadas) en territorios ocupados, que no están relacionados con el intento de sacar cierta información, dinero, objetos de valor, etc., pueden calificarse como lesión corporal deliberada infligida durante la guerra.
El motivo más común para causar lesiones corporales deliberadas es reprimir la resistencia de la víctima creando un ambiente de miedo y mostrando la impunidad del ejército ocupante.
Según el ítem (2) (a) (iii) del artículo 8 del Estatuto de Roma, “causar sufrimientos, lesiones corporales o daños graves a la salud” se considera un crimen de guerra.
Las lesiones corporales deliberadas, que constituyen un crimen, muestran algunos aspectos objetivos y subjetivos. El daño físico causado a la víctima es algo objetivo. Estos daños pueden infligirse de diversas formas: golpeando con los pies o las manos, usando armas blancas, armas de fuego o armas improvisadas. La gravedad de daños infligidos puede variar: desde lesiones menores que no requieren hospitalización hasta daños corporales graves que ponen la vida en peligro.
Los disparos de un francotirador se consideran lesiones corporales deliberadas cuando no afectan a los órganos vitales, sino a extremidades. Cabe destacar que si la víctima, por pura casualidad, no murió de un disparo, sino que recibió daños corporales, tal acto debe calificarse como un intento de asesinato.
Aunque la lesión corporal deliberada no suele estar entre los delitos más comunes del ejército ruso en Ucrania, este crimen es uno de los más graves y requiere una atención especial por parte de instituciones legislativas, públicas y agentes del orden.
Editor: Denys Volokha.