Václav Havel y Ucrania

Discurso del director del Grupo de derechos humanos de Járkiv en la conferencia internacional dedicada al Premio Václav Havel, el 10 de octubre de 2023.
Evgen Zakharov27 Octubre 2023UA DE EN ES FR RU

[євген захаров, премія вацлава гавела, харківська правозахисна група, ХПГ]

Agradezco de todo corazón la decisión de incluirme en la lista de finalistas del Premio Václav Havel. Su nombre y sus hechos se han convertido en un símbolo de la oposición intelectual a la dictadura en Europa Central y la del Este, en la victoria de la opinión y la expresión libres sobre la violencia, la mentiras y la hipocresía del estado. Siempre fue franco, honesto y coherente no sólo en sus palabras, sino también en sus acciones políticas concretas. Su comprensión del mundo, su visión cultural y su filosofía política son de gran valor para mi país.

Havel escribió: hay que dejar atrás la arrogante expectativa de que el mundo sea un libro de instrucciones que se puede leer; una unidad informativa que al ser insertada en una computadora va a ofrecer recetas preparadas. Y al revés, todo lo que está sucediendo muestra que estos tiempos exigen una liberación de fuerzas como la sabiduría arquetípica; la percepción única del mundo; el sentido de justicia; la capacidad de ver todo con los ojos de otra persona; la responsabilidad personal; el gusto, el coraje y la compasión; la fe en el misterio y la importancia de acciones concretas, que de ninguna manera son la clave universal para la salvación.

Esta declaración de la libertad, del individualismo y de la tolerancia contrasta mucho con algunas limitaciones que siguen existiendo en Ucrania en relación al mercado, a la información y a la libertad académica; la desconfianza en el mercado libre de tierra, un nivel bajo de capital social, una actitud sospechosa de la élite nacional hacia la libertad de expresión y la tolerancia, una aversión social hacia los ricos y la creencia de que en el contexto de corrupción extendidas todos están robando.

Durante el conflicto armado con Rusia, estos y otros vestigios soviéticos se han pronunciado aún más y tienen un impacto aún más fuerte en la situación del estado y la sociedad ucraniana.

La obsesión de las autoridades rusas por destruir el estado ucraniano y a todos los que se consideran ciudadanos de este país no deja lugar a compromisos. Nuestro enemigo está atacando a la población civil y a la infraestructura crítica, tratando de infundir miedo y obligarnos a rendirse.

No podemos aceptar una desescalada y un alto el fuego, porque eso significaría permitir que el agresor refuerza su poder, aceptar que continuen los asesinatos, las desapariciones, la tortura y la violencia sexual.

Y, finalmente, esto significa reconocer que los últimos 80 años del derecho internacional pueden tirarse a la basura. Ya que Rusia puede invadir otro país sin ninguna consecuencia. Por lo tanto, lo único que necesitamos es la victoria, con la necesaria condición de liberar, de la ocupación rusa, todos los territorios ucranianos dentro de las fronteras de 1991. Pero esa condición no es suficiente.

Desde marzo del año pasado, una de mis actividades es la gestión de un gran proyecto dedicado a la recopilación de información y evidencias sobre los crímenes contra civiles y bienes de carácter civil de Ucrania cometidos por el ejército ruso. Crímenes que preliminarmente pueden calificarse como crímenes de guerra, de lesa humanidad y de genocidio.

Recopilamos datos sobre decenas de miles de civiles muertos y heridos, bienes civiles destruidos o terriblemente dañados. A las víctimas de estos crímenes ofrecemos no sólo la asistencia legal, sino también psicológica, financiera, médica y humanitaria. Miles de familias la han recibido ya.

Es natural que la pesadilla que vivimos provoca odio hacia la cúpula de la Federación Rusa y al ejército ruso. Este odio también se extiende cada vez más a todo lo ruso: al país, a sus ciudadanos, a su lengua, literatura y arte. Este odio, podemos decir, se vuelve omnisciente.

Como resultado del predominio del odio en la conciencia social, los axiomas del derecho humano hoy se perciben con una claridad extrema: la verdad está por encima de la ley; la justicia está por encima de la verdad; la misericordia está por encima de la justicia; el amor está por encima de la misericordia. El odio, ante todo, destruye a los que odian, devastando su alma.

Creo que el odio es natural en el campo de batalla, donde hay que eliminar a un soldado ruso. Pero en cuanto un soldado así es capturado, el odio debe ser dominado. Al menos para no convertirse en el asesino de un desarmado. En esa lucha contra el “Dragón”, hay que evitar convertirse en el mismo “Dragón”. De lo contrario, la victoria será pírrica.

El odio hacia todos los rusos es irracional: no se juzga a las personas por su ciudadanía, sino por sus acciones y palabras. Y no debemos olvidar que, aunque no hay muchos opositores abiertos al régimen de Putin (no más del 5% de la población de la Federación Rusa), algunos de ellos se pronuncian públicamente contra la agresión rusa, arriesgándose a una pena de 15 años. Estas personas a menudo ayudan a los refugiados ucranianos a salir de Rusia y recaudan fondos para ellos.

Aún más insensato, aunque comprensible, es el odio a la lengua, la literatura y el arte rusos. Soy muy contrario, por ejemplo, al acoso de los escritores ucranianos por una aparición pública conjunta con escritores rusos, cuando estos últimos se conocen como antiputinistas.

Estoy convencido de que necesitamos un diálogo para apoyar la corriente antiimperialista en la cultura rusa, que siempre ha existido (Chaadaev, Berdyaev, Fedotov, Pomerants, Averintsev), pero que hoy pierde a los partidarios de la dictadura. Creo que es un poco infantil retirar los libros en ruso de las bibliotecas.

La compasión y la misericordia siempre van de la mano con el amor. Los ucranianos se han vuelto más humanos y comprensivos uno con el otro. Nos une la desgracia común. Pero es aún más importante que nos unan los valores claramente definidos por Václav Havel: amor a la libertad y a la independencia, el compromiso con la democracia y el rechazo del autoritarismo.

De hecho, aquí la experiencia única y el ejemplo de Havel son simplemente fascinantes. En particular, cuando siendo Presidente le ofrecieron limitar la salida de los intelectuales al extranjero y él se negó, porque no podía permitir que la libertad de una persona fuera “menos que la de una golondrina”.

Luchamos por la libertad, la independencia, los derechos humanos y la democracia. Resistiremos y la desgracia desaparecerá. Y entonces los valores de Václav Havel revivirán con más fuerza. También espero que esta guerra lleve al derrocamiento del régimen de Putin. Esto permitirá llevar ante la justicia a los dirigentes de la Federación Rusa, a los propagandistas del Kremlin, así como a todos aquellos que dieron órdenes directas de cometer crímenes y a los que las ejecutaron. Hubo un tiempo en que considerábamos al pueblo alemán una víctima del nazismo. Hoy en día podríamos considerar al pueblo ruso como víctima del régimen criminal de Putin.

Y así como el pueblo alemán pasó por la desnazificación, el pueblo ruso debe pasar por la deputinización y por la descomunización. Pero tenemos que hacer todo esto sin olvidar y sin distorsionar el legado de Havel.

[євген захаров, премія вацлава гавела, харківська правозахисна група. ХПГ]

Evgen Zakharov, director del Grupo de derechos humanos de Járkiv

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