Civiles en cautiverio ruso: en Oskil los invasores detuvieron a un discapacitado porque tenía un traje de buceo

“Queridos míos, os mando un abrazo fuerte a todos, os amo a todos, estoy vivo y bien, volveré pronto”. . . Esa carta, Tetiana la recibió de su marido en mayo. No ha vuelto a verlo desde el 19 de julio de 2022.
Iryna Skachko20 Febrero 2024UA DE EN ES FR IT RU

© Жером Барбоса © Жером Барбоса

© Jeróm Barbosa

Este trocito de papel es el mayor tesoro de la casa situada en medio del bosque quemado de Oskil. Es la prueba que confirma que Pavlo Leonidovych — esposo, padre y abuelo — está vivo.

... Pavlo Tovstokory, vecino de la aldea de Oskil en la región de Járkiv, nunca estuvo en el ejército. Desde la infancia tiene discapacidad visual, perdió un ojo. En el momento del comienzo de la guerra a gran escala ya estaba jubilado desde hacía ya tiempo. ¿Qué amenaza podría representar para el régimen de Putin? Pero los invasores rusos llegaron y se lo llevaron. Los familiares hasta ahora no saben dónde los rusos tienen a Pavlo detenido.

En los primeros días de la invasión rusa a gran escala, la aldea se sitúo en la zona gris, prácticamente en la línea del frente. A mediados de marzo los rusos ocuparon la orilla derecha del río Oskil, desde donde bombardearon Izyum y la orilla izquierda, defendida por los militares ucranianos hasta el 25 de abril.

— Sufrimos bombardeos muy fuertes cuando una orilla del río Oskil ya estaba ocupada y nuestros muchachos estaban aquí, dice su esposa Tetyana. Entonces empezaron a cercar a los nuestros y se tuvieron que ir, y nos quedamos en la ocupación. Mi marido no quería irse, decía que no teníamos nada... Ni siquiera teníamos dinero para irnos. Los militares de la llamada República Popular de Lugansk y los rusos estaban en la otra orilla. Y aquí estaban los de Donetsk. No había ninguna administración. Venían, hacían inspecciones. Nos comprobaban la documentación y venían armados a registrar las casas.

Згадуючи про чоловіка, Тетяна Товстокора ледь стримує сльози Вспоминая о муже, Татьяна Толстокорая едва сдерживает слезы

Al recordar a su marido, Tetyana Tovstokora no puede contener las lágrimas

Al principio los ocupantes no tenían nada que reclamar a Pavlo: el hombre ya tenía 58 años, antes fue guarda de caza en la administración forestal local, pero ya no trabajaba, se ocupaba de su cortijo. No obstante, el 19 de julio a las seis de la mañana, cerca de la casa de la familia Tovstokory se detuvieron varios coches: un jeep negro y un “Tigre” militar.

— Salieron unos hombres armados y enmascarados, preguntaron su nombre. El acababa de volver de la huerta, recuerda Tetiana. No nos dejaron salir de la casa. Varias personas estaban registrando la casa. Uno bajó al sótano. Debido a los bombardeos, guardábamos allí todas las cosas de valor, alimentos y documentación. Los bosques alrededor estaban en llamas. Teníamos miedo de que la casa se incendiara. Se llevaron del sótano la caja con medicinas, la carpeta con documentos y... un traje de buceo. De joven mi marido estaba aficionado al buceo y a la caza submarina. Pedí que me devolvieran al menos los documentos de la casa, pasaportes, partidas de nacimiento. Uno de ellos me dijo: “Cierra la boca y entra en casa, si no, te vas con nosotros”. Recé a Dios para que no le pasara nada a la niña. Dormía en su habitación con sus peluches, estaba tapada con una manta y no la molestaron. Grité. A mi marido le metieron una bolsa en la cabeza, le ataron las manos con cinta adhesiva, lo metieron en el coche y se marcharon. Es todo. Nada más.

[оскол, товстокора, зникнення чоловіка]

Tetiana muestra varias fotos de su marido. Debido al ojo dañado, no le gustaba hacerse fotos. Un amigo retocó una de las fotografías con Photoshop: le devolvió el ojo perdido. “Pero en realidad su aspecto es algo diferente”, comenta Tetiana.

[оскол, товстокора, зникнення чоловіка]

Al principio ella intentó conseguir información acerca del destino de su marido de los ocupantes. Fue a Izyum, aunque no fue fácil: durante el registro le quitaron el pasaporte y nunca se lo devolvieron. Y en los puestos de control había que presentar los documentos.

— Él no estaba en Izyum. Me dirigí a los militares rusos, que estaban en la administración de nuestra aldea, y les pregunté: “¿Por qué se llevaron a mi marido? ¡Es jubilado, discapacitado, no tiene un ojo! ¿Por qué se llevaron los documentos?” Se llevaron todo: mi pasaporte y mis teléfonos. Algunas “buenas personas” me aconsejaron pedir un pasaporte ruso. Yo respondí: “¡Que me devuelvan el mío!” Pero no se podía hablar demasiado...

En agosto de 2022, durante la ocupación, uno de los paisanos detenidos regresó a Oskil de su cautiverio. Trajo la noticia de que había visto a Pavlo Tovstokory en la prisión tristemente famosa de Olenivka. Pero luego ese hombre murió. Tetiana no consiguió hablar con él.

— Pisó una mina, no queda nadie a quien preguntar. ¿Pero por qué iba a mentir? Entonces a mi marido lo llevaron a la llamada República de Donetsk. Fue en agosto. Y en septiembre, gracias a Dios, nos liberaron.

Лист з неволі Письмо из неволи

Carta desde el cautiverio

La carta de Pavlo Tovstokory llegó en mayo del año pasado. Fue sólo una notita de pocas líneas, pero la letra es definitivamente suya, asegura Tatiana.

— Llamé a la Cruz Roja. Dijeron que no iban a revelar el paradero del prisionero. Durante mucho tiempo no había ninguna noticia... No hay intercambios para civiles.

¿Por qué los rusos se llevaron a Pavlo Tovstokory? Su esposa sospecha que se debe al traje de buceo encontrado en el sótano.

— La central hidroeléctrica de Oskil explotó... Al parecer, querían culparlo de haber detonado la presa. Todo el pueblo sabía que antes era buzo. Algún hombre bueno dio el soplo. Los rusos llegaron directamente a nuestra casa, iban a por él. Cuando encontraron ese traje de buceo, estaban tan felices... Pero, por favor, él ya tenía casi 58 años en ese momento... Y desde pequeño tiene un solo ojo... A otros hombres que trabajaron juntos con Pavlo, también se los llevaron, les pegaron palizas, pero todos regresaron a casa. Mi marido no ha vuelto.

A finales del año pasado, Tetiana Tovstokora recibió otra noticia: el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó oficialmente que “a fecha de noviembre de 2023, Tovstokory P.L. se encuentra detenido en el territorio de la Federación de Rusia”. Nada más.


Según el Centro de coordinación para prisioneros de guerra, más de ocho mil ucranianos están en cautiverio ruso, con el lugar de detención confirmado. Al mismo tiempo, hay decenas de miles de personas, entre ellas muchos civiles, que siguen desaparecidas.

La base de datos de la iniciativa de derechos humanos T4P registra 4.320 personas desaparecidas en los territorios ocupados durante la invasión rusa a gran escala. Como señala el estudio analítico del Grupo de derechos humanos de Járkiv, “después de la desaparición de la víctima, sus familiares no han podido obtener información ni de las autoridades de ocupación locales ni de los funcionarios estatales de Rusia. La confirmación de que la persona desaparecida está bajo el control de las autoridades rusas puede tardar meses (y en algunos casos incluso más de un año) desde el momento de la desaparición. Sin embargo, esta confirmación no contiene información sobre el lugar exacto de su permanencia o sobre su estado de salud”.

Le recordamos que el Grupo de derechos humanos de Járkiv ha creado una línea directa para personas desaparecidas.

Si usted es familia o tiene información sobre prisioneros de guerra, civiles encarcelados o desaparecidos en los territorios ocupados, llame al 0 800 20 24 02 (gratuito).

No podemos garantizar que localicemos a su ser querido. Sin embargo, durante los años de trabajo, nuestros colaboradores lograron encontrar a más del 30% de la gente buscada.

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