“Creo que la guerra terminará pronto y todo estará bien”

Hermosa y llena de flores: así Lyudmyla Ivanivna describe a Borodyanka. Sin embargo, ni la belleza ni las comodidades del pueblo que sorprendieron a los ocupantes rusos les impidieron destruir no solo el pueblo, sino también las vidas humanas.
Oleksiy Sydorenko20 Abril 2023UA EN ES RU

Людмила Галака, Бородянка Liudmyla Halaka, Borodianka Lyudmyla Galaka, Borodyanka Людмила Галака, Бородянка

Lyudmyla Galaka, Borodyanka

Me llamo Lyudmyla Ivanivna Galaka, tengo 64 años. Estoy jubilada y antes fui contable. Vivía en Borodyanka, en la calle Central, nº 326. Hace tiempo trabajé en la empresa “Siljozjimiya” que construyó viviendas para sus empleados. Pues vivimos en esta casa desde 1992. Es un edificio de cinco pisos donde vivían 30 familias. Nos conocíamos todos.

¿Alguna vez ha pensado que habría una guerra a gran escala?

¡No! En absoluto. Alrededor del día 20, me llamó mi comadre y me preguntó: "¿Qué crees?" Le respondí: “¿Acaso está tan loco para atacarnos? No puede ser. Es imposible en nuestros tiempos". No me lo podía imaginar. Y ahora cada vez que paso me parece una pesadilla. Nosotros vivíamos bien. Mi madre es rusa, tengo muchos parientes en Rusia. Al principio nos escribíamos. Incluso desde 2014, nos escribíamos de vez en cuando, me invitaban a visitarlos. Pero ya estaban sugiriendo que lo yo les decía no era verdad. No hacían caso a mi información. Me decían que tenían un televisor y lo sabían todo. Mi hermana es la directora de un colegio y le dije: “No basta con ver la televisión, mira el Internet. Al menos puedes ver algo más”. Ella respondió: “No hace falta, nuestra prensa lo cubre todo, yo le creo a nuestro presidente, y todo lo que dice es verdad”.

El día 24 cuando dijeron que había comenzado la guerra, fui al cajero automático. Quería sacar dinero. Pensaba comprar algo. Había colas por todas partes. Había una larga cola para comprar el pan. Los cajeros no funcionaban. Regresé a una tiendecilla cerca del hospital. Ahí compré galletas, una especie de cereal y pensé: “¿Y ahora qué?”.

De repente aparecieron los helicópteros. Había muchos. Eran como cucarachas. Todos iban a Gostomel.

Volaban, sin hacernos caso. Entonces me llamaron mis conocidos de Shybeny y dijeron que venía un convoy militar hacia nosotros: unos 300 tanques. Les pregunté qué hacían. Dijeron que no disparaban, pero eran muchísimos.

Mi marido no se lo tomó en serio. Mi hija tenía mucho miedo. Fuimos al sector privado y nos quedamos allí. Ya estaban entrando, empezó el tiroteo. Al principio pasaron por la calle Central, cerca del antiguo colegio nº 1. Nuestra brigada de defensa municipal preparó una barrera hecha con neumáticos. Entraron los tanques. Empezaron a disparar, quedó todo desparramado, seguían los cañonazos. Allá cerca vive mi comadre, tenía una tienda que quedó con el techo perforado. Ellos vieron que los nuestros intentaban defenderse y empezaron a disparar. La calle Central, a partir del antiguo colegio nº1, fue destrozada.

Luego, en Borodyanka había mucha maquinaría rusa quemada. Cuando todo empezó, nos quedamos en el sótano. Se oían tiroteos, nos asomamos para ver qué pasaba y dónde. Y luego los aviones empezaron a bombardear. Primero acertaron en la “Rotonda” (en la entrada de Borodyanka - ed.). Y después cayó nuestra casa.

¿Con quién estaba, qué hacía?

Estábamos todos juntos: mi hija, mi hijo, mi yerno, mi nieto, mi esposo y yo. Al principio ni siquiera teníamos miedo. No pensamos que sería así. Que habrá acontecimientos de esta magnitud. Bueno, ya el 25-26 entraba maquinaria rusa a tope. Los helicópteros sobrevolaban el pueblo. Había tiroteos todo el tiempo. No sabíamos que era. Probablemente los cañonazos de tanques, pero no soy una experta. Se oían ametralladoras.

¿Ha pensado en la evacuación?

No, al principio no lo pensamos. Esperábamos que todo terminase rápido. Además, primero iban hacia Gostomel. Piense: "Ahora les van a derribar allí, estos helicópteros". No pensé que sería así. Para ser honesta, ni siquiera nos hemos llevado cosas de aquí. Fuimos (al refugio - ed.) así como estábamos, no llevamos nada de ropa. Cuando nuestra casa fue bombardeada el día 1, estábamos en el sótano.

De repente el suelo se subió hasta la pared. Se escuchó un portazo tremendo ... Ya nos íbamos despidiendo, porque escuchamos el sonido del avión y pensamos: se acabó.

Cuando un proyectil acertó en nuestra casa, pensé que había dado en el lugar donde estábamos. Entonces salió el marido y dijo que no. Habría dado a algún lugar cerca. Pero el día 2 salimos, llegamos aquí y nos dimos cuenta de que todo estaba acabado. Faltaba parte de la casa.

Згорілий будинок Людмили Галаки у Бородянці The burnt house of Liudmila Halaka in Borodianka La casa quemada de Lyudmyla Galaka en Borodyanka Сгоревший дом Людмилы Галаки в Бородянке

La casa quemada de Lyudmyla Galaka en Borodyanka

Estaban ubicados en la Plaza Europea. Allí pusieron una barrera, dijeron que no se podía pasar. Entonces decidimos irnos, mi hija con mi nieto y yo, solas. Los hombres se quedaron. Durante mucho tiempo deambulamos. Primero fuimos a Vinnytsia. Salimos con un hombre y su familia. Teníamos miedo, pero tuvimos suerte. Acabamos de recibir una llamada de unos amigos de mi hija y nos dijeron que, si no saliéramos en aquel momento, ya no podríamos salir más tarde.

Salimos. Estábamos muy asustados, a decir la verdad. 15 minutos después de nuestra salida, ya estaban bombardeando el centro.

Pasamos por Zagaltsy, Maidanovka, Yazvynka. A través de las aldeas. Y luego atravesamos el bosque. Cuando íbamos, hacia nosotros disparaban los cohetes de Grad (sistemas de fuego múltiple Granizo). Pensamos que aquellos no eran los nuestros Grad y nos asustamos. Luego había un puesto de control, nos dijeron que condujéramos rápido, porque había un convoy ruso moviéndose hacia Makariv en paralelo con nosotros. Atravesamos el bosque a toda velocidad y Dios nos ayudó. Salimos a la autopista y luego a Vinnytsia. Llegamos allí, nos quedamos en una especie de hostal. Estuvimos dos días. Luego fuimos a Lviv y luego a Polonia. Ahora mi hija se quedó en Polonia y yo en mayo regresé a casa.

 ¿Y su casa?

La vi en llamas. La grabaron y la publicaron en Facebook. Siento por las personas fallecidas. Eran tres. Estaban en el sótano. También estaban las familias de los Melnychenko, Tolik Borduja, Lyuba Myakish y su hijo de la planta baja, también su hermana.

У нас на першому поверсі Гаєвський Сергій курив на балконі, його контузило трохи та привалило. Хлопці вискочили з підвалу та давай до нього. Його визволили, а його машина біля будинку спалахнула. On the first floor, Haevskyi Serhei was smoking on the balcony; he was shell-shocked and collapsed. Some guys rushed out of the basement and rescued him, but his car caught fire near the house. Gayevsky Sergey estaba fumando en el balcón de la planta baja, recibió una contusión y se le derrumbó algo encima. Los chicos salieron del sótano, le ayudaron, lo rescataron, pero su auto se incendió al lado de la casa. У нас на первом этаже Гаевский Сергей курил на балконе, его контузило немного и привалило. Парни выскочили из подвала и к нему. Его спасли, а машина его возле дома загорелась.

Gayevsky Sergey estaba fumando en el balcón de la planta baja, recibió una contusión y se le derrumbó algo encima. Los chicos salieron del sótano, le ayudaron, lo rescataron, pero su auto se incendió al lado de la casa.

¿Cuántas personas había en la parte destruida del edificio?

Murieron las tres personas que estaban en el sótano, también Tolik Borduja. En el segundo piso, estaba una madre con su hijo mayor. Escribieron a sus familiares que se iban a la cama y que mañana se irían. No están. Melnichenko Olya y Yura y sus tres hijas vivían en el quinto. Ellos tampoco están. Lo más probable es que no les encuentren. Primero estaban en el sótano y luego decidieron ir a casa por las cosas. Una vecina, Rita, vio la luz encendida en el quinto piso. Quiere decir que aún no se habían ido cuando el avión lanzó la bomba.

¿Cuán lejos estaba en el momento de las explosiones?

Tal vez a unos 150-200 metros. Era sector de viviendas privadas. Allí teníamos un garaje y una bodega. Nos escondimos allí.

¿Qué otro crimen cometió el ejército ruso?

No los vi con mis propios ojos, sé lo que la gente contaba. Por ejemplo, un hombre vivía en la calle Pushkinskaya. Fue a ver a su madre en la calle Semashko, ya estaba regresando a casa cuando le dispararon. Al principio le dieron un cigarro, y cuando se alejó a 50 metros, le dispararon sin más. El hijo de unos amigos también murió. Creo que fue el primer día cuando entraron y empezaron a disparar. Los dos de al lado se echaron al suelo, y él no, así que lo mataron a tiros. Su padre fue a recoger el cuerpo, pero no se lo permitieron. Nada bueno sucedió. Conozco a una familia joven. Los niños se quedaron sin padres. Menos mal que la abuela está viva, cuidándolos ahora.

¿Qué ha pasado con su propiedad?

No queda nada. Los bomberos lo confirmaron, hicieron un acta de que no quedaba nada. Todo se quemó.

¿Se va a restaurar la casa?

Dice el acta que va a ser demolida. Bueno, es un edificio de paneles. Entiende... Creo que será demolido. Nuestro apartamento era muy bonito. Cuando se construyó, fue uno de los mejores proyectos. Todo estaba muy bonito. Y la decoración que hicimos fue fantástica.

І двері були дерев’яні, і підлога була паркетна. Усе було: телевізори плазмові, усе, що ви хочете. А зараз немає нічого. All the doors were wooden, and the floor was parquet. We had everything, including plasma TVs, but now there’s nothing. Las puertas eran de madera, el suelo de parqué. Había de todo: una televisión de plasma. Todo lo que quieras y más. Y ahora no queda nada. И двери были деревянные, и пол паркетный. Все было: телевизоры плазменные. Все, что хотите. И теперь ничего нет.

Las puertas eran de madera, el suelo de parqué. Había de todo: una televisión de plasma. Todo lo que quieras y más. Y ahora no queda nada.

¿Qué piensa hacer después?

Creo que la guerra terminará pronto y todo estará bien con nosotros. Nuestro pueblo era muy hermoso. Me quedé en Polonia poco tiempo, pero lo echaba mucho de menos.... Echaba de menos mi casa, quería volver, pero me decían: ¡No vuelvas! Todavía hubo bombardeados. Pero no resistí, tenía ganas. Y cuando llegué, no podía caminar por Borodyanka sin lágrimas. Incluso ahora... Le pido perdón. Ocho edificios (bloques de pisos) en un estado terrible... Y nuestra casa. El depósito de petróleo fue incendiado. Un horrible incendio con humo negro. Por la mañana me asomé fuera, vi cielo rojo con humo negro. Y este tiroteo. Todo el tiempo… Sinceramente fue como una película de terror. Nadie podría haber imaginado lo que sucedería. No entra en la cabeza.

¿Ha cambiado su actitud hacia los rusos?

¡Claro que ha cambiado! Pensábamos que eran nuestros hermanos. ¿Cómo puedes hacer algo así a tu hermano? ¿Acaso les debemos algo? ¡Absolutamente nada! ¡No les pedimos que vinieran, que nos liberaran de algo! Les dije que pusieran orden en su casa. En Rusia. Viven en casuchas de madera todavía. Se sorprendieron al llegar aquí: carreteras pavimentadas, electricidad. Me decían que esto no era un pueblo, sino toda una ciudad. Ya dije que aquí la gente vivía muy bien. Somos gente trabajadora, no hacía falta que nos liberasen de nadie. ¡Cómo se les había ocurrido algo así! No tenemos ningún nacionalista de Bandera, nigún nazi, etc.... ¡Habrá algún nacionalista que ama a su Ucrania! ¡Pero no se meten con vosotros! No reclamamos vuestras tierras. !Vivid en paz y dejadnos en paz! ¿Hasta cuándo vais a torturar a Ucrania?

No sé qué pasa, parece que, allí usan la vigésima quinta imagen en el televisor, para zombificarlos. Una persona normal no puede aceptar todo esto. Bueno, ¿cómo es posible? Les decimos una cosa y ellos nos dicen otra. Parece que son personas inteligentes, pero sus acciones dicen lo contrario. Ni siquiera puedo considerarlos humanos ahora, después de lo que han hecho. No sé. ¡Son inhumanos! Y punto. A pesar de que tengo allí mi familia. Una vez les dije a mis familiares que solo me creerían cuando se llevaran a su nieto y, Dios no lo quiera, lo devolvieran en un ataúd de metal. Mi madre es de Rusia, pero mi madre ya no está, tengo una prima allá. También otros parientes. Viven en Tiumen. Viven bien. Yo les digo que tienen que creerme cuando les cuento lo que pasa aquí. Pero no …

No tengo palabras, solo emociones. ¿Cómo pudo suceder algo así en nuestros tiempos? Cada vez que paso, pienso, bueno, ¿cómo es posible? Nuestra Borodyanka era tan linda y con flores, y ahora ... Y cuántas personas murieron ... ¡Un horror! ¡Con lo bien que vivíamos aquí! ¡No somos como ellos! Antes yo pensaba que todas las personas éramos iguales. Ahora no. Ni siquiera quiero tener esta sangre rusa. ¡No la quiero! ¡Que vivan como Corea del Norte, encerrados y abandonados! Primero Georgia, luego Abjasia, ¿por qué se meten a todas partes?

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