Reflexión sobre la argumentación del genocidio: invitación a una discusión abierta

El curso de los acontecimientos, las acciones del ejército de ocupación, los bombardeos de civiles y de la infraestructura crítica, los asesinatos masivos deliberados: este conjunto crea una imagen de acciones desesperadas no caóticas, cuyo único objetivo es el genocidio.
Mikhaílo Románov25 Octubre 2022UA DE EN ES FR IT RU

© Kharaim Pavlo, Shutterstock © Kharaim Pavlo, Shutterstock © Kharaim Pavlo, Shutterstock © Kharaim Pavlo, Shutterstock © Kharaim Pavlo, Shutterstock

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Cada día la guerra, que dura ya ocho meses, nos plantea la cuestión de existencia del genocidio del pueblo ucraniano. El curso de los acontecimientos, las decisiones tomadas por Rusia, las acciones del ejército de ocupación, los ataques con misiles contra civiles e infraestructura crítica sin ningún objetivo militar, las violaciones persistentes del derecho internacional humanitario y de prácticas de la guerra: todo esto constituye un panorama de acciones desesperadas no caóticas, cuyo objetivo es el genocidio. La retórica de la propaganda rusa le echa leña al fuego, promoviendo discursos directos que claman exterminar a los ucranianos.

El objetivo declarado por las autoridades rusas para invadir el territorio de Ucrania (defensa de las repúblicas no reconocidas) parece quedar desmentido no sólo por el tiempo, sino principalmente por cómo se desarrollan los acontecimientos. Las operaciones bélicas, la destrucción y los asesinatos de civiles en Kyiv, Chernigiv, Sumy, Kharkiv, Zaporizhia, Kherson, Mykolaiv y en otras regiones de Ucrania, no tienen nada que ver con la "defensa". No pueden "vincularse" al territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk, ni forzándolo.

Los numerosos asesinatos, torturas, secuestros y deportaciones de los ucranianos no se explican por el afán de obtener ventajas en el campo de batalla. Lo mismo se aplica a los ataques con misiles a las ciudades que no están involucradas en el escenario bélico. Estas acciones son terrorismo puro, ya que no tienen otro fin que aterrorizar y presionar a la población civil de Ucrania.

Todo lo arriba dicho crea el panorama de una intención no siempre planificada estratégicamente, más bien espontánea, pero totalmente consciente y deseada por parte de los líderes rusos. Además, es la repetición sistemática de esas acciones, su reincidencia, su crueldad y temeridad evidencian su única meta posible. Es decir, el genocidio.

Obviamente, tanto la guerra en sí, como los traslados de una gran cantidad de militares, el uso de armas, la inducción de otros países a la guerra (en particular, Bielorrusia), la confrontación y el antagonismo con casi todo el mundo son hechos conscientes, no aleatorios,que muestran todos los indicios de la comprensión del contexto, de sus consecuencias y sus relaciones causales. Consiguientemente, vemos todas las evidencias de una intencionalidad irrefutable.

Creemos que el mero hecho de sistematicidad, repetición y reincidencia cada vez mayor de las acciones que llevan al aumento del número de víctimas, a la escalada del conflicto, representa es una señal importante y muy alarmante.

La Corte Penal Internacional (en adelante, la CPI), cuya jurisdicción se extiende a los crímenes más graves de trascendencia internacional, también considera el genocidio.

El Estatuto de Roma, como principal documento que define no sólo la jurisdicción, sino que también articula ciertas características de los crímenes procesados por la CPI, nos permite concluir que para este tipo de crímenes no existen criterios claros. La clasificación jurídica para definir tales crímenes como genocidio no es muy preciso, por lo que la redacción del Estatuto de Roma no ofrece definiciones perfectas para cualificar, inequívocamente, tales acciones.

Como atributo distintivo del genocidio hay que establecer la intención de los perpetradores de exterminar a un determinado grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal. El resto de las características pueden ser compartidas, en gran medida, con otros crímenes. El punto de partida de la calificación legal de los actos cometidos por el estado ocupante en el territorio de Ucrania es la definición del grupo de personas, sujeto de la protección legal, según las normas del derecho internacional humanitario y el Estatuto de Roma. Creemos que, dadas las características étnicas y culturales de Ucrania, es más correcto decir que las víctimas reales y potenciales del genocidio durante la guerra en curso son personas que se identifican como parte del pueblo/nación (en este artículo usamos estas dos palabras como sinónimos) del estado soberano de Ucrania.

En las condiciones de la guerra de Rusia contra Ucrania, la cuestión de definir el objetivo de la intención criminal de quienes cometen masacres, torturas, secuestros y violaciones de personas (tanto combatientes como no combatientes) parece retórica, por un lado, pero requiere argumentación, por el otro.

Aplicando la regla de demonstrar la culpabilidad sin lugar a dudas, el esfuerzo principal para probar el genocidio debe centrarse en demostrar la ausencia de cualquier otra explicación, razón, motivo o intención para cometer las acciones correspondientes, y que la persona cometió el presunto crimen exclusivamente con ese fin. Teniendo esto en cuenta, creemos que uno de los indicios más importantes de tal intención genocida es la actividad criminal sistemática y planificada del estado ocupante en el territorio de Ucrania.

En este sentido, no son las acciones separadas las que cobran especial importancia, sino la presencia de un carácter sistemático y premeditado en las acciones del Estado ocupante. Se debe tener en cuenta toda la secuencia de actividades, comenzando por la propaganda dentro de Rusia, los territorios invadidos, las acciones del ejército de ocupación, los métodos de guerra, el uso de armas prohibidas, la creación de campos de filtración (cuya finalidad es precisamente segregar a las personas según su identificación nacional: los pro-ucranianos no pasan la "filtración"), el secuestro de niños del territorio de Ucrania, la "transferencia" forzada a la ciudadanía rusa, la celebración de "referéndums" en los territorios ocupados. Todas estas acciones deben evaluarse en su totalidad, ya que indican la presencia de actividades intencionales para exterminar a toda la población, que se identifica como parte del pueblo ucraniano, en los territorios ocupados y zonas de confrontaciones bélicas.

Al mismo tiempo, no es suficiente confiar únicamente en las interpretaciones nacionales centradas en el concepto de la intención directa (la persona era consciente del contenido ilícito de sus acciones y de sus consecuencias, pero deseaba su realización). El modelo nacional no permite aplicar el estándar argumentativo "sin lugar a dudas", ya que (el modelo) queda parado incluso antes de que haya un indicio del exterminio del grupo de personas protegido. Utilizando las disposiciones del Código penal de Ucrania, en determinados casos es muy difícil probar la existencia de la intención de cometer el genocidio. Por lo tanto, creemos que los crímenes cometidos deben ser considerados y probados como un conjunto de casos conectados sistemáticamente por la intención de cometer genocidio.

Otro punto importante es destacar el grupo de personas del que estamos hablando. El Estatuto de Roma establece que el genocidio puede ser cometido contra un grupo nacional, étnico, racial o religioso de personas. La población ucraniana actual es muy diversa, aquí hay personas con diferentes creencias religiosas, que hablan diferentes lenguas y pertenecen a diferentes grupos étnicos. Esta circunstancia debe tenerse en cuenta. La mayoría de los ciudadanos de Ucrania - una parte importante - se identifican con la nación ucraniana como unidad geopolítica. Son las personas que se consideran ucranianas - ciudadanos de un estado independiente - Ucrania. Constituyen la población de Ucrania y forman su nación. Y aunque estas personas, por diversas razones, no siempre expresan activamente su posición pro-ucraniana, siguen formando la comunidad nacional de Ucrania. Por lo tanto, creemos que el genocidio contra los ucranianos está relacionado con el deseo de exterminar una parte importante de este grupo nacional. Y en relación a ese grupo es necesario argumentar la existencia del crimen de genocidio.

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