Mentiras de Rusia sobre los biolaboratorios pueden ser una tapadera para sus propios crímenes

En 2022, Rusia lanzó la mayor campaña de desinformación sobre armas químicas y biológicas, siguiendo las costumbres de la propaganda periodística soviética.
Denys Volokha30 Octubre 2023UA DE EN ES FR IT RU

Дослідження проілюстровано картиною Валерії Осіної The research is illustrated with a painting by Valeria Osina Исследование проиллюстрировано картиной Валерии Осиной

El estudio está ilustrado con una pintura de Valeria Osina

Los pseudoexpertos utilizan la técnica del “blanqueo de hechos” para difundir las mentiras, además, los rusos han hecho varios “documentales” sobre los míticos laboratorios americanos.

Un estudio nuevo analiza la desinformación rusa en 2022 sobre armas biológicas y químicas. Aunque la práctica de difundir este tipo de información falsa no es nueva, los estudios de Google Trends muestran que los rusos podrían lanzar “propaganda preventiva” antes de realizar operaciones especiales o incursiones militares. Así Google registró un aumento exponencial de la búsqueda “biolaboratorio estadounidense” en agosto 2006, dos meses antes de que agentes rusos en Londres envenenaran a Oleksandr Litvinenko.

El siguiente pico notable en el gráfico se produjo en julio de 2008, antes de que Rusia invadiera Georgia y ocupara parte de su territorio. También un aumento significativo se registró en enero y marzo de 2005. Antes de eso, el candidato a la presidencia de Ucrania Viktor Yushchenko fue envenenado en circunstancias no investigadas hasta ahora.

Falsos expertos y “El Genio de la probeta”

Los medios de comunicación rusos suelen pedir comentarios sobre el tema de los biolaboratorios a las personas que no tienen ninguna competencia profesional: comentaristas políticos, oficiales de KGB y expertos autoproclamados. Uno de los “expertos” más citados fue Igor Nikulin, que afirma haber trabajado en la Comisión de Desarme de la ONU y dice que es microbiólogo. Sin embargo, ninguna investigación pudo encontrar su presencia en alguna estructura de la ONU, y el antiguo experto de la ONU Richard Butler, para quien supuestamente había trabajado Nikulin, dijo a los periodistas que no lo conocía.

Aparentemente, la campaña de desinformación sobre los “biolaboratorios en Ucrania” tiene trasfondo conspirológico antiguo que gira en torno al centro “Lugar” en Georgia y otros países poscomunistas, también recreando las narrativas más antiguas de propagandistas soviéticos sobre la supuesta creación artificial del SIDA. Sin embargo, la campaña “ucraniana” se convirtió en la mayor de la historia: en marzo de 2022, un periódico ruso podía publicar decenas de noticias al día manipulando el tema de las armas biológicas. Además, para promover estas narrativas, los rusos utilizaron activamente redes sociales, haciendo pseudodocumentales (por ejemplo, “Laboratorios de Diablo” de Anton Krasovsky) e incluso creando medios especiales: el canal anónimo “El Genio de la probeta” en Telegram que escribe diariamente sobre los “biolaboratorios estadounidenses”, analiza los informes del Ministerio de Defensa ruso, realiza pseudoinvestigaciones e incluso graba miniseries.

Cómo distorsiona la información un propagandista: ejemplo de lo dicho por Victoria Nuland

La propaganda rusa busca distorsionar los hechos inocentes, enfatizando los que pueden causar una preocupación inconsciente. Esta práctica ha sido y sigue siendo ampliamente utilizada para difundir información falsa sobre armas biológicas, químicas y nucleares. A lo largo de 2022, los funcionarios del Ministerio de Defensa ruso utilizaron los hechos conocidos y públicos sobre la financiación estadounidense de entidades de investigación en Ucrania y en otros países para prevenir amenazas biológicas para acusar a Estados Unidos y Ucrania de desarrollar armas biológicas, mostrando como pruebas algunos documentos oficiales.

Dmitri Kiselyov, uno de los propagandistas rusos más famosos describió así la metodología propagandística: “Fíjense en la hierba que crece cerca de la casa ¿Qué características se pueden destacar? Una persona normal y corriente dirá que es verde. También podemos decir que es plana y puntiaguda ¿no? Si nos dedicamos a la propaganda, hablaremos de éstas cualidades, que no son las principales, pero sí innegables. Y visto que esta hierba es puntiaguda, podemos decir que es, por ejemplo, peligrosa. Puedes cortarte tocándola.”

Uno de los ejemplos notorios de esta técnica es el uso de las palabras de la Subsecretaria de Estado Victoria Nuland. En una audiencia en el Congreso de los EE.UU., dijo que en Ucrania había unidades de investigación biológica y los EE.UU. estaban preocupados de que los rusos pudieran hacerse con ellas. Inmediatamente añadió que no tenía ninguna duda de que, si en Ucrania se utilizaban armas químicas o biológicas, significaría que Rusia estuviera detrás de todo esto. Sin embargo, la propaganda rusa todavía lo sigue utilizando con titulares como: “La diplomática estadounidense admitió la presencia de armas biológicas en Ucrania”.

¿Quién difunde las noticias falsas rusas en Occidente?

Durante la investigación se analizaron los comentarios de las publicaciones del New York Times en Facebook relacionadas con Ucrania. Se descubrieron decenas de comentarios de cuentas falsas que difundían información falsa sobre “armas biológicas en Ucrania”.

A menudo entre los que difunden narrativas rusas sobre las armas biológicas aparecen los adeptos de las teorías de la conspiración. En el vídeo titulado “Terrible informe ruso: biolaboratorios ucranianos crean armas biológicas especiales para la limpieza étnica”, una mujer llamada Ariana Love, haciéndose pasar por médica, afirma que “los informes rusos siempre han sido ciertos” y luego repite prácticamente todas las narrativas de la propaganda rusa sobre Ucrania. En el vídeo de 35 minutos, logró mencionar no sólo los biolaboratorios, sino también a los “nazis ucranianos” y al regimiento “Azov”, así como la supuesta “limpieza étnica” de los rusos en Ucrania desde 2014, y el hecho de que Ucrania supuestamente desarrolló el COVID-19. Es difícil creer que una persona pueda expresar, con esa convicción, tantos delirios concentrados.

Resulta que Ariana Love no es una médica de verdad. Su página personal dice que es “médica naturópata”, “periodista de investigación” y “embajadora de buena voluntad”. La naturopatía es una práctica pseudocientífica que no se considera medicina basada en evidencia. Su actividad en los medios públicos gira principalmente en torno a las conspiraciones sobre el Covid-19, pero dada la cantidad de errores que comete en sus declaraciones, su titulación como bióloga y médica es muy cuestionable. No hay evidencias de que ella haya tenido algunos estudios relevantes. De hecho, estudió arte y cinematografía.

La organización no gubernamental estadounidense Judicial Watch publicó los documentos oficiales solicitados y recibidos sobre la cooperación entre Ucrania y Estados Unidos en materia de no proliferación de las armas. El director de la organización graba un vídeo bastante emotivo bajo el título “Investigación peligrosa en biolaboratorios financiados en Ucrania”. De hecho, estamos hablando de un programa de seguridad biológica de hace mucho tiempo (BTRP), que se desarrolla durante décadas en muchos países.

Judicial Watch en sí es una organización proconservadora que anteriormente ya estaba difundiendo noticias falsas. De una forma u otra, los rusos utilizaron la publicación de sus documentos como excusa para volver a mencionar las mentiras referentes a los “biolaboratorios”. El canal “El Genio de la probeta” incluso realizó una “investigación” basada en estos documentos. Este es un ejemplo de “blanqueo de información falsa”: la propaganda intenta hacer pasar sus propias narrativas como las denuncias hechas por otras personas.

“Tal vez la propaganda no sea capaz de crear una guerra por sí sola, pero la cataliza, haciéndola a veces inevitable. Es necesario comprender que la difusión de desinformación, por patética y primitiva que parezca, es un presagio de crímenes a gran escala. Este fenómeno debe tomarse en serio, ya que provoca la muerte de muchísima gente. Ahora casi podemos decir con certeza que la propaganda rusa es un componente de la política genocida de Rusia contra los ucranianos, sin la cual esta política simplemente no sería posible”, concluye el estudio.

El texto completo del estudio “Las mentiras rusas sobre biolaboratorios 2022: palabras que ocultan acciones” en ucraniano y en inglés está disponible en la biblioteca online del Grupo de derechos humanos de Járkiv.

La publicación se basa en un análisis subvencionado por la Fundación Estadounidense de Investigación y Desarrollo Civil (CRDF Global). Las opiniones, hallazgos y conclusiones de la publicación reflejan la opinión de sus autores, y no necesariamente coinciden con las de CRDF Global.

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