Teniendo una mínima esperanza, hay que seguir buscando a los desaparecidos

Actualmente hay más de 4.150 civiles desaparecidos en la base de datos de la iniciativa mundial de derechos humanos “Tribunal para Putin” (T4P). De allí, 2.951 casos pueden clasificarse como desapariciones forzadas, entre ellos 93 niños. Según la Oficina del Defensor del Pueblo, el número total de ucranianos desaparecidos o privados ilegalmente de su libertad personal durante la agresión militar rusa contra Ucrania es mucho mayor: 25.000 personas, entre militares y civiles.

“Hay muchas solicitudes”, dice la directora del Centro de atención pública en Járkiv, la abogada Tamila Bespala. “Los abogados de nuestro Grupo llevan más de 200 casos de este tipo. Han pasado tan solo un par de días desde la liberación de Robotyne en la región de Zaporizhia y ya cuatro personas de allí se han puesto en contacto con nosotros. Por los familiares desaparecidos. Así que nuestra organización está creando una línea de comunicación directa para las personas que buscan a sus seres queridos. Planeamos trabajar sin días libres. Cuando nos llega una persona que ha perdido a alguien, sea un civil o un militar, aceptamos su solicitud y los documentos que confirman el parentesco. Y empezamos a mandar solicitudes: a Ucrania, a repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, a Crimea, a la Federación Rusa.”

Los abogados del Grupo trabajan en todas partes, ¿verdad? ¿Es cuestión de principios?

Sí, estamos buscando a la gente en todas partes: en Crimea, en las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, en la Federación Rusa. Enviamos una media de cincuenta solicitudes por persona. De estas solicitudes sólo diez van a Ucrania. Debemos presentar solicitudes al Comité de Investigación de la Federación Rusa, a las Fiscalías, tanto civil como militar, al Servicio Penitenciario Federal, al Comisionado de Derechos Humanos, al Ministerio de Defensa y a la Cruz Roja Rusa. Y escribimos a las mismas entidades en las formaciones cuasi estatales en el territorio ocupado. Enviamos solicitudes de forma constante y directa. Además, las repetimos para mantener la situación bajo control. Hay situaciones cuando los rusos envían respuestas diferentes acerca de la misma persona, al principio dicen: “ésta persona no está aquí”, después “sí que está”, luego otra vez “no está”. La misma institución.

Además, nos dirigimos al Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria. Si no han transcurrido más de tres meses desde el día cuando se dio a conocer la desaparición, empieza a funcionar el mecanismo acelerado: el caso se analiza durante seis meses. En otros casos, un año. Aquí hay un punto importante: contamos tres meses no desde la desaparición real, sino desde el día cuando se supo de ella. Con la mínima sospecha de que la persona buscada pueda sufrir torturas, nos dirigimos al Comité de Derechos Humanos de la ONU.

¿Cómo podemos saber que una persona desaparecida fue torturada?

Por las personas liberadas que se mantenían detenidas junto con los desaparecidos en las cáceles o cámaras de tortura en el territorio ocupado. O por aquellos que regresaron de Rusia durante intercambios. Siempre estamos buscando testigos.

Bueno, la ONU se entera de la desaparición. ¿Qué puede hacer?

Cuando el Grupo de trabajo de la ONU recibe un informe sobre un desaparecido, investiga tanto a los solicitantes (es decir, a nosotros) como a las autoridades rusas. Se inicia la comunicación. Rusia responde. ¡La última contestación tenía una página y media! Por cierto, en sus respuestas a solicitudes, la Federación Rusa nos acusa de “la intención de lucrarse y la política rusófoba”. Al fin y al cabo, los que solicitan información sobre las personas desaparecidas tienen derecho a una indemnización por parte de Rusia en cuanto se determine la violación del derecho humanitario. Por ejemplo, no hay ningún derecho a detener a los civiles...

El mandato del Grupo de trabajo de la ONU es ayudar a los familiares del desaparecido a determinar su destino y su paradero. Hay que conocer el lugar exacto donde detienen a la persona. Al recibir la respuesta de que una persona simplemente se encuentra en algún lugar del territorio de la Federación Rusa, y es muy frecuente, se trata de una violación del Derecho Internacional Humanitario. Necesitamos saber dónde exactamente se encuentra detenida la persona, en qué prisión o centro particular. Después de nuestras solicitudes, los representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja se hacen cargo del caso. Pueden entrar a la prisión, los prisioneros pueden pasar con ellos sus cartas o hacer las llamadas telefónicas. Cuando una organización internacional hace contacto con una persona detenida o cuando llega alguna información sobre su paradero de Rusia, esto aumenta los chances de sobrevivir de esa persona.

¿Significa esto que a cada desaparecido hay que buscarlo de forma activa?

Mi opinión es que sí. Los que regresan del cautiverio dicen que es necesario escribir a todas las autoridades y buscar. Antes yo me desvelaba por la noche, tenía miedo de que estas solicitudes a todos los organismos internacionales y rusos pudieran perjudicar a estas personas, provocar que les pegaran o algo así. Ahora veo que es necesario hacerlo.

¿Y las familias de los desaparecidos deberían contactar con los medios y hacer pública su búsqueda?

Tratándose de los militares, definitivamente no. Nuestros militares cautivos pueden no decir su rango, por ejemplo. Pueden hacerse pasar por otra persona. Y al mostrar su foto con todos los datos, esa persona seguramente quedará punida. Pero tratándose de los civiles, la divulgación es necesaria. Según el Derecho Internacional, los civiles ucranianos, en principio, no deberían ni estar en cautiverio ruso.

Entonces, ¿qué hacer cuando desaparece un ser querido?

Contactarnos. El algoritmo de acción depende de muchos factores. ¿Ha desaparecido un militar o un civil? ¿Cuándo y en qué circunstancias ha desaparecido? Es necesario enviar una fotografía de la persona desaparecida, sus documentos y los documentos del familiar que interpone la solicitud a cualquiera de nuestros contactos. Para el personal militar, se deben presentar certificados del destacamento militar. También presentar el extracto del registro de personas desaparecidas, si lo hay. Si la familia ya se ha dirigido a algunas autoridades, conviene traer las respuestas recibidas. Normalmente, los propios familiares buscan información sobre la persona desaparecida en Internet, también deben pasarla a nuestros abogados. Así como los nombres y contactos de los testigos del secuestro o la detención de la persona

¿Los abogados del Grupo de derechos humanos de Járkiv también buscan información sobre los desaparecidos en el Internet ruso?

Ahora hay una persona que se dedica exclusivamente a esto. Antes la buscábamos nosotros, también se juntaban los familiares. Hay miles de canales en Telegram. “Identifica a un ucraniano por su flequillo”, por ejemplo... Hay muchísimos. Y los encontrábamos. Mirando las fotografías de los prisioneros que publican los rusos. Es muy duro.

¿Las familias de los desaparecidos tienen derecho a recibir prestaciones del estado?

Sí, pero es necesario reunir un determinado paquete de documentos. Nuestros abogados ayudan a los familiares de prisioneros y de los desaparecidos a recibir del estado los pagos que les corresponden. Además, el Grupo ofrece ayuda económica, asistencia jurídica y social, consultas jurídicas de todo tipo.

¿El Grupo tiene historias alentadoras cuando se encuentran y se devuelven las personas desaparecidas?

Sí, el año pasado hubo varios casos. Devolvimos a los militares. Pero es más fácil sacar del cautiverio a un militar que a un civil. Hay mecanismos para esto. Lamentablemente, para los civiles tales mecanismos no existen.

Según la experiencia del Grupo de derechos humanos de Járkiv, ¿los desaparecidos se encuentran con más frecuencia entre los muertos o entre los cautivos?

Entre los cautivos, sin duda alguna. Yo personalmente creo: mientras no haya un cuerpo o una conclusión forense, hay que seguir buscando. Estamos en medio de una guerra: hay mucha confusión, tanto de nuestro lado como del ruso. Incluso sucede que se encuentra el cuerpo, los familiares lo entierran y luego encontramos a la persona viva en cautiverio. Esto nos sucedió más de una vez.