Desapariciones forzadas en el territorio de Ucrania desde el 24 de febrero de 2022
El 17 de junio de 2015, Ucrania se adhirió a la Convención Internacional sobre la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas. Conforme al artículo 2 de la Convención, se considera desaparición forzada el arresto, la detención, el secuestro o la privación de la libertad en cualquier otra forma por parte de representantes del Estado o de personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o el consentimiento del Estado, con negativa posterior a reconocer el hecho de la privación de libertad u ocultación de datos sobre la suerte o el paradero de una persona desaparecida, como consecuencia de lo cual esta persona queda sin la protección de la ley. El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional define las desapariciones forzadas sistemáticas como crímenes de lesa humanidad (artículo 7(1)(i)).
Cabe recalcar que no todos los casos de desaparición de una persona pueden interpretarse como una desaparición forzada. Se identifica como una desaparición forzada cuando se sabe que fue cometida por la administración de la ocupación rusa, el ejército ruso, los mercenarios rusos o las personas que pasaron al lado enemigo, y desde entonces se desconoce el paradero de esta persona.
La iniciativa global “Tribunal para Putin” (T4P) está documentando los crímenes internacionales (genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra) presuntamente cometidos por los ocupantes rusos, en particular, los casos de desapariciones violentas. Al 19 de febrero, T4P ha documentado los números siguientes de desapariciones forzadas:
- región de Jersón — 507 casos;
- región de Zhytomyr — 1 caso;
- región de Donetsk (excluida la ciudad de Mariúpol) — 9 casos;
- ciudad de Mariúpol — 2 casos;
- región de Mykolaiv: 11 casos;
- región de Zaporizhzhia — 234 casos;
- región de Kyiv — 19 casos;
- región de Sumy — 13 casos;
- región de Chernigiv: 30 casos;
- región de Lugansk — 31 casos;
- región de Járkiv — 143 casos.
En total se registraron unos 1.000 casos, que pueden calificarse preliminarmente como desapariciones forzadas, según el artículo 7(1)(i) del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Sin embargo, el número total de las desapariciones forzadas de personas en el territorio de Ucrania desde el 24 de febrero de 2022 puede superar significativamente la cifra registrada por nosotros. La Policía Nacional de Ucrania, a pedido de la Unión ucraniana para los derechos humanos de Helsinki, proporcionó la información referente al período del 24 de febrero de 2022 al 7 de febrero de 2023: se registraron 19.967 denuncias referentes a casos de personas desaparecidas en circunstancias especiales. A fecha del 7 de febrero de 2023, 19.635 personas siguen en la lista estatal de personas buscadas.
También se debe tener en cuenta que, bajo la ocupación rusa, probablemente no todos denuncian la desaparición de los familiares ante las autoridades policiales de Ucrania. Por ejemplo, según la información del equipo de recepción pública de nuestra Unión en Mariúpol, en uno de los canales de “Telegram” (fuente abierta) aparecen al menos 165 casos de publicaciones de búsqueda de parientes desaparecidos. Es imposible determinar el número exacto de las publicaciones de este tipo, su credibilidad y las circunstancias de desapariciones, sin embargo, es muy probable que una parte de estos casos puedan ser desapariciones forzadas no documentadas.
La detención ilegal de personas por representantes del estado agresor se lleva a cabo con el objetivo de establecer un control total sobre la población local y de eliminar posibles núcleos de resistencia contra el régimen de ocupación. Además, las personas en los territorios ocupados son detenidas con el objetivo de su futuro intercambio haciéndolas pasar por combatientes para intercambiar por militares rusos. Se conocen casos cuando a los civiles les vestían deliberadamente con uniformes militares para crear la imagen deseada en los medios propagandísticos.
Entre las categorías de personas secuestradas y detenidas ilegalmente, a menudo se encuentran:
- ex combatientes ucranianos en la operación antiterrorista (veteranos de guerra en el este de Ucrania), miembros de sus familias, rescatistas, policías retirados o activos, inválidos de la guerra;
- líderes y funcionarios de autoridades locales y estatales;
- participantes y organizadores de mítines pro-ucranianos;
- periodistas, empresarios y personas mediáticas;
- sacerdotes, líderes religiosos;
- docentes;
- directores de empresas, agricultores.
En privado los ex detenidos cuentan que les pegaban palizas golpeando con manos, pies, culatas de armas, martillos, palos, tubos de metal y con todo objeto que el enemigo pudiera tener en sus manos; también aplicaban descargas eléctricas para infligir el máximo sufrimiento. Los cuerpos de los presos liberados llevan señales de puñaladas y heridas cortantes. Para denigrar a los detenidos exhaustos les obligan a hacer ejercicios físicos excesivos, mantienen a la gente en cámaras superpobladas en condiciones inhumanas, insalubres, sin dar tratamiento médico adecuado, sin proporcionar suficiente cantidad de alimentos y agua potable, sin acceso al aire fresco. El testimonio de una de las víctimas de desaparición forzada en la región de Kyiv se puede ver en este enlace.
Además, cabe destacar la agresión psicológica, es decir, la tortura psicológica. Los constantes estados de sufrimiento/ansiedad emocional y psicológica pueden ser calificadas como tortura psicológica. Los detenidos se mantenían en completo aislamiento informativo, les convencían de que Ucrania dejaba sus posiciones y Rusia avanzaba; de que nadie los necesitaba, nadie luchaba por ellos; de que muchos se rendían y Rusia estaba a punto de ganar la guerra; de que Rusia estaría en todas partes y solo la parte occidental de Ucrania haría parte de Polonia. La presión psicológica en el cautiverio es tremenda. Al ser entrevistados, todos subrayan que era muy difícil no oírlo y no creérselo.
Los empleados de la Unión ucraniana para los derechos humanos de Helsinki documentaron, según las palabras de los detenidos liberados, los siguientes lugares de detención ilegal de personas en las regiones de Zaporizhzhia y Donetsk:
- las llamadas “comandancias” en los departamentos de policía ocupados, la colonia penitenciaria No. 77 de Berdyansk, el centro de detención del departamento de policía nacional de Berdyansk en la región de Zaporizhzhia, el edificio del departamento municipal de policía en la ciudad de Tokmak;
- las llamadas “comandancias” en los pueblos de Nikolske y Starobesheve, el llamado edificio del Departamento de lucha contra el crimen organizado en Donetsk, el centro de detención preventiva en Donetsk, la prisión de filtración creada en la antigua colonia penitenciaria No.120 de Volnovaja.
Por supuesto, hay muchos más lugares de detención ilegal. Por ejemplo, según la información de la Policía Nacional, solo en la parte desocupada de la región de Járkiv se encontraron al menos 25 “cámaras de tortura”, mientras una parte de los detenidos fue llevada al territorio de Rusia. Y según la información de la Representación del Presidente de Ucrania en la República de Crimea, los activistas secuestrados en la región de Jersón son llevados al territorio de la Crimea ocupada y recluidos, entre otros, en el centro de detención preventiva No.1 de Simferopol.
La desaparición forzada de personas es uno de los crímenes más comunes cometidos de forma sistemática e impune por los representantes de la Federación de Rusia en el territorio de Ucrania. T4P seguirá documentando los casos de desaparición forzada para su posterior denuncia en tribunales nacionales e internacionales. En el futuro, esto se convertirá en la base de evidencias para llevar a los culpables ante la justicia.