Rusia necesita referendos ficticios en los territorios ocupados para la movilización forzada de los ucranianos como carne de cañón
El alcalde de Melitopol Ivan Fedoriv predijo que los rusos pronto comenzarían una “cacería real” de hombres en los territorios ocupados de Zaporizhia y Kherson, y aconsejó a todos los residentes de Melitopol, en edad reclutable, abandonar de inmediato la región. Advierte que aquellos que se nieguen a morir en el campo de batalla, tendrán que lidiar con las brigadas de chechenos que impiden la retirada de las tropas, por lo que es mejor dejar la ciudad lo antes posible.
Aunque el alcalde Fedoriv se refirió específicamente al decreto de Vladimir Putin sobre la movilización "parcial", esta fue una continuación lógica de otra resolución ominosa. Rusia va a celebrar los pseudo-referendos en los territorios ocupados de las regiones de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporizhia próximamente, planeando declarar estas regiones como “parte de la Federación Rusa” de inmediato. La OSCE y todos los países democráticos rechazan estas medidas por ser legalmente nulas, pero, sin duda, Rusia las utilizará no solo para escalar sus amenazas por "ataques al territorio ruso", sino también como excusa para capturar a más ucranianos y enviarlos a muerte en la guerra de Rusia contra Ucrania.
Nos llegan las noticias de estos casos desde Mariupol y otras partes de las regiones de Donetsk y Lugansk, ocupadas desde el comienzo de la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania. Petro Andryushchenko, asesor del alcalde de Mariupol, informó el 17 de septiembre que dos chavales, nacidos en los años 2003 y 2004, murieron en un hospital por quemaduras en más del 80% del cuerpo. "Ambos fueron quemados en un tanque ruso. Los dos acabaron en el ejército invasor tras la ocupación. Se incorporaron al ejército mediante una movilización oculta reclutados como "inspectores de incendios". El consejo de Andryushchenko hace eco al del alcalde de Melitopol. "Podéis seguir negando la movilización oculta y morir quemados en los tanques rusos. O podéis escuchar la voz de la razón y evacuar a un lugar seguro".
Pero puede que ya sea demasiado tarde para evacuarse de Mariupol. El 18 de septiembre, Andryushchenko dijo que en Mangush perseguían a los hombres para ser reclutados vía movilización forzada. Sugirió que lo mismo comenzaría en Mariupol a principios de octubre, pero esto había sucedido antes del anuncio de los pseudo-referendos y de la "movilización parcial" de Putin.
Andryushchenko no duda de que los llamados referendos también tendrán lugar en Mariupol. Una parte de los votos se obtendrá por el método más conocido en Rusia: si quieres ayuda para reconstruir tu casa después del bombardeo ruso de la ciudad, firma el formulario. Sin embargo, predice que "la mayor parte del 'referendo' tendrá lugar en la sede de Rusia Unida [el partido gobernante en Rusia]". El partido dispondrá de datos electrónicos completos de todos los residentes de Mariupol que hayan recibido ayuda humanitaria al menos una vez. Es decir, prácticamente de todos los habitantes de la ciudad que Rusia destruyó con sus bombardeos para invadirla. Con un registro así, ni siquiera es necesario fingir eso de llevar las “urnas para votar” por los edificios residenciales recogiendo firmas. La cantidad de votos necesaria va a ser falseada en la sede de Rusia Unida.
De todos modos, el resultado ficticio de estos pseudo-referendos se conoce de antemano; Andryushchenko afirma que el porcentaje mínimo de votos a favor de la adhesión a Rusia será del 80%, y el máximo, del 87%. "Por algún motivo desconocido se ha establecido ese margen”.
En los territorios que se encuentran bajo control ruso desde 2014 (las así llamadas “repúblicas populares de Donetsk y Luhansk”), iban detrás de los hombres para reclutamiento desde el principio. Nadie prestaba atención a sus problemas de salud, ni se les ofrecía un entrenamiento militar. Rusia utilizaba a estos hombres como carne de cañón, ya que no estaba obligada a contabilizar sus pérdidas, ni a compensar nada a sus familias.
Las esposas de varios hombres de la llamada república popular de Donetsk publicaron, el 14 de junio, un llamamiento afirmando que habían perdido el contacto con sus maridos, ni sabían nada de ellos desde su "movilización", es decir, cuando fueron raptados de sus puestos de trabajo, el 24 de febrero de 2022. Desde entonces, sus esposas intentaban averiguar dónde estaban, si estaban vivos o no. En vano. Una de las mujeres que se manifestaron dijo que un 50% de los hombres tenían una salud precaria, pero no se les había realizado ningún examen médico. No fue hasta la segunda quincena de abril, dos meses después de que se llevaran a estos hombres, que las llamadas repúblicas admitieron que habían cancelado los exámenes médicos de los movilizados. Parece obvio que nadie prestaba atención a si los hombres llevados a la fuerza de sus trabajos o, en algunos casos, simplemente incautados en la calle, estaban en condiciones de combatir.
Sergiy Gaidai, jefe de la administración regional de Lugansk, denunció el 13 de agosto "nuevos métodos de movilización forzada". Entre ellos, engañar a los ancianos de los edificios residenciales para que informaran sobre los hombres en edad de reclutamiento a cambio de comida o pequeñas remuneraciones. Además, los agentes también se quedaban acechando en los portales de dichos edificios y capturaban a los hombres en edad militar. Gaidai señaló que casi todos los involucrados en la movilización forzada llevaban pasamontañas cuando se desplazaban por la ciudad, para no ser reconocidos por los vecinos o por aquellos a quienes perseguían.
La “cacería” no logró reclutar a suficiente personal para enviar al frente, y el 21 de agosto, Gaidai informó que en algunos pueblos pequeños de la región de Lugansk, a la gente le ofrecían 60.000 rublos por revelar la información sobre el paradero de los hombres. Ya casi no quedaban hombres, señaló, pero la pseudo república tenía que cumplir un “plan” de cupos de la movilización forzada.
Como escribió Gaidai, "los propios rusos no quieren atacar, por lo que continúan reclutando hombres en los territorios ocupados y enviándolos al infierno".
Apenas el 21 de septiembre, después de que Putin anunciara una movilización parcial, los rusos comenzaron a salir a las calles protestando. El cálculo del Kremlin parece cínico, pero acertado. Mientras que los ucranianos de los territorios ocupados podían ser llevados por la fuerza, los hombres de las repúblicas decadentes (y “no europeas”) de la Federación Rusa, así como los criminales encarcelados, podrían ser seducidos con recompensas, algunas voces de protestas se escuchaban, pero se silenciaron fácilmente mediante intimidaciones y detenciones.