La fábrica de maquinaría de Vovchansk convertida en una cámara de torturas rusa al estilo checheno

En su tiempo la empresa daba trabajo a tres mil empleados, ahora es, como dicen algunos lugareños, un "nido" enemigo: un lugar donde desaparece la gente y los que regresan prefieren no contar nada.
Iryna Skachko29 Agosto 2022UA DE EN ES FR IT RU

Ілюстрація: Сергій Приткін/ХПГ, на основі зображень від Вовчанського агрегатного заводу, dreamstime.com, wikimapia.org Ilustración: Serhii Prytkin/GDHK, a partir de las imágenes de la fábrica de maquinaría de Vovchansk, dreamstime.com, wikimapia.org Иллюстрация: Сергей Прыткин/ХПГ, на основе изображений Волчанского агрегатного завода, dreamstime.com, wikimapia.org

Ilustración: Serhii Prytkin/GDHK, a partir de las imágenes de la fábrica de maquinaría de Vovchansk, dreamstime.com, wikimapia.org

La fábrica de maquinaría está ubicada casi en el centro de la ciudad de Vovchansk: por un lado, está rodeada por un parque central con columpios para niños, y por el otro - por una playa urbana. Muy cerca está el puente sobre el río Vovcha. Antes los recién casados colocaban allí candados, pidiendo un matrimonio feliz. Ahora está un puesto de control enemigo. Normalmente lo gestionan los representantes de la República Popular de Donetsk (RPD). Este puente se convirtió, para muchos residentes de Vovchansk, en el punto de partida hacia sus desgracias. Un contacto sospechoso encontrado en tu teléfono o, Dios te libre, un tatuaje “incorrecto” – y ya te meten en los calabozos de la fábrica.

En su tiempo la empresa daba trabajo a tres mil empleados, ahora se ha convertido, como dicen algunos lugareños, en un "nido" enemigo: un lugar donde desaparece la gente y los que de allí regresan prefieren no contar nada. 

"A las siete de la mañana los rusos ya entraron en la ciudad"

La ciudad de Vovchansk fue ocupada el primer día de la guerra a gran escala. 

“Vivimos muy cerca de la frontera rusa. Alrededor de las siete de la mañana del 24 de febrero, los rusos ya entraron en la ciudad. En su convoy había tanques, vehículos blindados, infantería…”, dice Tetiana, residente local (nombre cambiado por razones de seguridad: la mujer ya está en Kharkiv, pero sus familiares permanecen en la ocupación). “En seguida pararon todas las empresas. Dos puentes fueron volados. Empezó el pánico”. 

Vovchansk no tiene su propia panadería. El pan solía traerse de Kharkiv o de Nova Vodolaga. En el territorio de la fábrica de maquinaria había una panadería particular. Hacían pan para las familias de los empleados, y las sobras se vendían. 

“En marzo ya estaban allí los fascistas rusos”, recuerda Tatiana. ”Allí mandaban a todos los sospechosos: veteranos de la OAT, ex guardias de fronteras, policías. Se les interrogaba. Posteriormente, cuando estos se acabaron, “invitaban” a los que no querían cooperar con los ocupantes.

Al principio, solo llevaban a los hombres”, dice la residente de Vovchansk. “Pero luego también a las mujeres - aquellas cuyos maridos eran ex militares o cuyos hijos ahora están en el ejército. 

Esto infunde mucho miedo. Llega un auto enorme con la "Z" con militares armados en el auto que saltan la cerca. Si está cerrado - rompen la puerta”. 

Se ejerce una terrible presión sobre los detenidos en los calabozos de la fábrica. Incluso si dejan salir a alguien unos días después, la persona sale deprimida, no contesta llamadas telefónicas, no quiere hablar de lo sucedido. Las personas son intimidadas, chantajeadas, temen por sus familias e hijos.  

Супутниковий знімок Вовчанського агрегатного заводу. На мосту праворуч розташовано сумнозвісний блокпост. Ⓒ Google Maps/Maxar Imagen satelital de la fábrica de maquinaria de Vovchansk. En el puente a la derecha está el mustio puesto de control. Ⓒ Google Maps / Maxar Image satellite de l’usine d’agrégats de Vovtchansk. Sur le pont, à droite, se trouve le check-point tristement célèbre. Ⓒ Google Maps/Maxar Спутниковый снимок Волчанского агрегатного завода. На мосту справа расположен печально известный блокпост. Ⓒ Google Maps/Maxar

Imagen satelital de la fábrica de maquinaria de Vovchansk. En el puente a la derecha está el mustio puesto de control. Ⓒ Google Maps / Maxar

Los primeros informes oficiales sobre lo que sucedía en la fábrica de maquinaría aparecieron en abril. Hablando en la TV, el jefe de la Administración militar de Kharkiv Oleg Sinegubov declaró:  "En la ciudad de Vovchansk, los ocupantes trasladaron una de las fábricas al territorio ruso, y en sus instalaciones establecieron una cárcel, un verdadero campo de concentración, donde las personas son sometidas a torturas, forzadas a cooperar, a ser reclutas del ejército ruso".

Poco después, la fiscalía estatal confirmó la información sobre la fábrica. El jefe de la Fiscalía regional de Kharkiv Oleksandr Filchakov declaró que se había iniciado una investigación judicial relacionada a la fábrica: "Los ocupantes están deteniendo ilegalmente a personas y las someten a violencia física y mental... El panorama completo lo veremos tan sólo cuando el ejército ucraniano tome el control sobre todas las comunidades actualmente ocupadas".

¿Por qué esa fábrica?

Oleg Toporkov, Subdirector de la fábrica de maquinaría de Vovchansk, sabe todo sobre la empresa. Durante varios meses él mismo tuvo que vivir en la ocupación, escondiéndose de los rusos.  

“La fábrica ocupa un área bastante grande, donde se encuentran las instalaciones de talleres principales, los hangares adicionales, hay comedores para atender a 500 personas a la vez. Hay locales para reparación y servicio”, dice con cierto orgullo. “La sala mayor, número 20, es un local rectangular con una altura de ocho metros, con hangares de tres pisos adosados a los lados. Hay vestuarios, oficinas y trasteros”. 

Олег Топорков був змушений кілька місяців жити в окупації та переховуватись від росіян. © Денис Волоха/ХПГ Oleg Toporkov tuvo que vivir en ocupación escondiéndose de los rusos durante varios meses. © Denys Volokha/GDHK Oleg Toporkov a dû vivre sous l’occupation pendant plusieurs mois et se cacher des Russes. ©Denys Volokha/GDDhKh Олег Топорков был вынужден несколько месяцев жить в оккупации и скрываться от россиян. © Денис Волоха/ХПГ

Oleg Toporkov tuvo que vivir en ocupación escondiéndose de los rusos durante varios meses. © Denys Volokha/GDHK

Los secuestrados se mantienen justo en la sala №20. Resulta que tiene muchos cuartos aislados. 

“Nuestra empresa siempre ha sido muy reglamentada”, explica Oleg Toporkov. Producíamos productos de uso militar desde los tiempos inmemorables. Y por eso contamos con muchos almacenes para guardar el pedido antes de enviarlo al cliente. El local podía ser precintado. Entonces llegaban los militares se llevaban el pedido. Allí fue donde montaron ese campo de concentración. Se trata de edificios muy robustos, aislados con muros de hormigón armado. Algunos almacenes no tienen ventanas, solo las puertas de metal. Se utilizan como celdas de detención. Las oficinas son utilizadas para interrogatorios. También hay otros almacenes donde están los detenidos.

Otra razón por la que los ocupantes eligieron la sala número 20, según Oleh Toporkov, es que tiene un edificio administrativo de siete pisos al lado. Protege sus instalaciones de los bombardeos del oeste. 

La fábrica en sí es una empresa autónoma, con su propio pozo de agua y un sistema de alcantarillado. Todo el territorio está cercado con alambre de púas, hay cámaras de video. 

Además, los vecinos aseguran que la empresa está ubicada de tal manera que si el ejército ucraniano dispara contra la “sede enemiga”, será muy difícil evitar daños a edificios civiles. Hay un parque cerca, hay un barrio residencial y una guardería que los ocupantes prometen abrir pronto, a pesar del peligro para los niños.  

¿Cuántos prisioneros son detenidos en la fábrica?

“Los que han tenido la suerte de escapar de allí cuentan que estuvieron en una celda con diez personas más. Alguien estuvo en una con treinta personas”, dice Oleg Toporkov. “Nadie te dirá los números exactos. De cien a ciento cincuenta personas, dependiendo de la situación. Pasa algo extraordinario o hacen una redada, detienen a mucha gente, la meten en el calabozo. Si la pregunta es ¿cuántas personas pueden caber? Entonces mire: la sala mayor es de ciento cincuenta por cincuenta metros. Imagínese la cantidad de personas que pueden entrar allí. Si en una habitación de cuatro por cinco metros caben treinta hombres sentados”.

Oleg Toporkov cuenta que hay muchas “clases de ocupantes" en la fábrica: tanto los movilizados de las así llamadas Repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL), así como sus milicias populares y agentes de seguridad, también está la Guardia Nacional y los militares rusos. Por supuesto, todo está gestionado por los Servicios de Seguridad de Rusia. En su mayoría son ellos que hacen interrogatorios. Mientras que la gente de la RPD y RPL supervisa y hace el convoy. 

Pueden llevar a uno a esa fábrica por cualquier cosa. Además de la posición pro-ucraniana, puede ser por la delación de un vecino. 

“¡Las represiones de Stalin en todo su esplendor!” dice Tatiana.

Parece que a veces secuestran a las personas solo para robarlas.

Hay testimonio de una persona torturada con electrocución con el objetivo de extorsionar dinero. El hombre entregó sus ahorros a los ocupantes y luego fue liberado. Sin embargo, no todos quedan liberados después de horas o días de "interrogatorios". 

“Hay personas que estaban en la fábrica y luego fueron deportados a Rusia”, dice Oleg Toporkov. “No han vuelto a casa. Conozco a una docena de personas así. Algunos están en las listas para el intercambio. Y hay algunos a quienes considerábamos fusilados, pero al cabo de dos meses entraron en contacto con sus familiares desde Rusia, de Belgorod”.

¿Cómo encontrar a un familiar?

El 13 de abril los rusos se llevaron al padre y a dos familiares más de Alyona Tsygankova, y al marido de Margarita Stalnova. Ocurrió en la urbanización veraniega “Symvol", del distrito de Chuguyiv. Las mujeres no saben por qué fueron secuestrados. Tal vez por transportar la ayuda humanitaria. Quizás porque Igor, el padre de Alyona, tenía un generador, con el que todos los vecinos cargaban sus teléfonos. Algunos de los secuestrados eran buenos mecánicos: podrían haberlos llevado para reparar autos de los ocupantes. Tal vez los ocupantes sólo pretendían hacerse con sus autos (y se los quedaron). 

Por algún motivo o sin él, los vecinos cuentan que el día 13 aparecieron los militares, les pusieron sacos en la cabeza y se los llevaron con rumbo desconocido.

“Toda la casa estaba patas arriba. Incluso reventaron la espuma aislante del techo. Robaron todas las herramientas eléctricas, la estufa de gas con bombonas, se llevaron los coches. Un Ford Granada blanco de mi padre, un Renault Kengo y una furgoneta roja”, dice Alyona Tsygankova. “Como cuentan los vecinos, el carro de mi padre no tenía combustible, lo remolcaron, lo minaron y lo abandonaron. Después de un tiempo, vino alguien del comando y dijo que deberían desminar el coche y llevarlo a Shestakovo”.

Альона Циганкова. Ⓒ Денис Волоха/ХПГ Alyona Tsygankova. Ⓒ Denys Volokha/ GDHK Aliona Tsygankova. Ⓒ Denys Volokha/GDDhKh Алёна Цыганкова. Ⓒ Денис Волоха/ХПГ

Alyona Tsygankova. Ⓒ Denys Volokha/ GDHK

En principio, dijeron a los familiares que pronto todos los detenidos serían liberados. Pero más tarde se informó que fueron trasladados a la retaguardia profunda "por cuestiones de seguridad". 

Tanto Alyona como Margarita apenas pueden suponer que la “retaguardia profunda” podría ser Vovchansk. No hay información fiable y, mucho menos, oficial. 

“A través de la gente conocida, muy lejana, nos enteramos de algo”, dice Margarita Stalnova. “Un hombre estuvo detenido durante una semana en Vovchansk, Los ocupantes encontraron algún contacto en su teléfono que no les gustó. Su esposa con el niño iba allá todos los días, suplicando que le dejasen ir. Y lo dejaron libre. Cuando le mostraron fotos de nuestra gente, dijo que se parecía con alguno visto por allí. No sé hasta qué punto le podemos creer. En su estado... No se sabe qué le hicieron allí”. 

Los canales de Telegram de Vovchansk dicen que para saber si alguien se encuentra en la fábrica de maquinaria, hay que ir a la entrada y decir el nombre del desaparecido. 

“Sale un militar con una lista. Hay que decirle el nombre y la fecha de nacimiento. Él comprueba la lista y dice si está dentro. Avisa que no se conceden citas, ni pasan paquetes. No dice cuánto tiempo se quedará dentro", así describe el proceso una de las participantes del chat. 

Obviamente, ni Margarita, ni Alyona no pueden ir a la Vovchansk ocupada. Una de las opciones es pedirle a algún vecino que vaya a la entrada de la fábrica. Pero la gente no quiere correr riesgos. Ya ha habido casos cuando a los “interesados” de encontrar el paradero de algún desaparecido también se los llevaban al calabozo. 

“Un conocido mío le pidió a una chica de Vovchansk que preguntara por mi marido”, dice Margarita. “Dicen que las chicas lo tienen más fácil. Él no me prometió nada, además, casi no tiene conexión. Pero recibimos la respuesta: estaba vivo, lo vimos reparando la maquinaria”.

Sin embargo, esa información no es oficial. Las mujeres pusieron un requerimiento a la policía, a los Servicios de Seguridad, a la Oficina Nacional de Investigaciones ya la Cruz Roja. Esperando la respuesta. 

Todo se repite

Los ocupantes rusos no inventaron nada nuevo cuando montaron una cámara de torturas en el centro de la ciudad. Ni siquiera estoy hablando de la terrible “Izoliatsiya” de Donetsk. Los rusos tienen mucha experiencia organizando sitios de detención ilegal en los territorios ocupados. Puede que tengan hasta “manuales” para eso.

Hace casi veinte años los colaboradores del "Memorial" describieron el sistema penitenciario no oficial creado por Rusia en el Cáucaso durante la segunda guerra de Chechenia: "En la sombra del sistema oficial de detención con instalaciones para investigaciones e interrogatorios, hay un sistema no oficial de sitios de encarcelamiento ilegales situados, por ejemplo, en cuarteles militares. El centro de este sistema está en Khankala, la base principal del ejército federal. Consiguientemente, en este sistema paralelo los detenidos y "desaparecidos" se someten a torturas brutales que causan una muerte rápida, allí se llevan a cabo las ejecuciones extrajudiciales. Si durante la "primera guerra de Chechenia" tan sólo los representantes de la inteligencia militar y de las fuerzas especiales habían practicado este tipo de acciones criminales, durante la "segunda guerra" ésta experiencia fue adoptada y ampliamente practicada por los agentes del orden (del Ministerio del Interior, etc.).

Los defensores de derechos humanos luego hablaron sobre lugares de detención no oficiales: fosas en el medio del campo (los llamadas mazmorras), locales abandonados y "campos de filtración" de los que tanto oímos hablar hoy.

La "invitación" a tener una conversación extraoficial y no registrada, después de la cual el detenido se extorsiona para confesar cualquier cosa, está profundamente arraigada en las tradiciones de las agencias judiciales de la época soviética. A mediados de los años 2000 Oleksandr Cherkasov en un artículo sobre las prisiones secretas en Chechenia escribió: “El sueño de cualquier agente o policía ruso es interactuar con una persona “al margen de lo oficial”, sin la presencia de un abogado, sin los procedimientos de protección del código procesal penal. Una persona es "invitada" o "detenida", y luego "hablan con ella” hasta recibir una "confesión". Cuando es posible hacerla "desaparecer" o, al menos, tenerla a disposición durante mucho tiempo ya sería el sueño máximo".

Como saben, durante veinte años nuestros vecinos no han cambiado mucho. Tienen hasta el mismo dirigente.  

Los ocupantes tuvieron "suerte" con la fábrica de Vovchansk: para mantener una “conversación agradable” con los desaparecidos no fue necesario, como en Chechenia, buscar locales abandonados o cavar fosas especiales. Han encontrado un local ideal en el centro.

Los Convenios de Ginebra, en relación a la población civil, prohíben:

  • violencia contra la vida de una persona, incluyendo todo tipo de asesinatos, mutilaciones, malos tratos y torturas;
  • tomar rehenes;
  • humillación de la dignidad humana, en particular, trato ofensivo y degradante;
  • condena y castigo sin juicio previo en un tribunal debidamente constituido que pueda ofrecer garantías judiciales reconocidas por las naciones civilizadas.

Acaso ¿Rusia tiene algo que ver con los Convenios de Ginebra?

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