Tortura de sacerdotes y destrucción de iglesias
Al tercer día de la invasión de Ucrania, el 26 de febrero de 2022, los rusos controlan parte de las carreteras al norte de Kyiv. En una de ellas, cerca de Ivankiv, detuvieron un viejo coche soviético conducido por Maksym Kozachyna, sacerdote de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, capellán. Su familia, que esperaba su vuelta después de la misa, nunca más volvió a verlo con vida: el clérigo fue fusilado y durante tres días los rusos no permitieron enterrarlo.
Maksym Kozachyna se convirtió en uno de al menos tres sacerdotes asesinados por el ejército ruso durante su agresión militar contra Ucrania.
Además, la base de datos de crímenes de guerra del T4P registró 356 casos de daños u otras acciones ilegales contra los edificios religiosos.
Segundo asesinato también tuvo lugar en la región de Kyiv. El 5 de marzo de 2022, el ejército ruso abrió fuego en el puesto de control del pueblo Yasnogorodka. Falleció el padre Rostislav Dudarenko, prior de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania [IOU]. Así lo informó el comandante de la defensa territorial local con el apodo “Shustriy”. Según él, el clérigo caminaba en dirección al carro blindado ruso con una cruz en sus manos.
El 15 de febrero de 2024 se supo que los ocupantes del pueblo de Kalanchak, en la región de Jerson, mataron al abad y constructor de la Iglesia de Todos los Santos, el arcipreste ucraniano Stepan Podolchak. Como aclaró Nikodym (Kuliguin), el obispo de Jersón y Tavria de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, el clérigo había sido torturado hasta la muerte.
Hay cuatro casos do los sacerdotes que murieron durante los bombardeos de Ucrania con diferentes tipos de artillería.
El 30 de mayo de 2022, fue bombardeado el monasterio Lavra de Sviatogirsk: murieron dos monjes y una monja y otros tres monjes resultaron heridos.
Decenas de servidores religiosos torturados
Unos 20 sacerdotes fueron secuestrados, su destino es desconocido. Se sabe de seis sacerdotes que fueron secuestrados y luego liberados. Todos ellos, después de trasladarse a territorio controlado por Ucrania o después de la desocupación, contaron que habían sido torturados.
En la ciudad de Balakliya, el 17 de mayo de 2022, los militares rusos secuestraron a Oleksandr Salfetnikov, pastor de la Iglesia bautista “Luz del Evangelio”. Después de su liberación, el clérigo contó cómo lo torturaron exigiendo admitir que tenía relaciones con los servicios secretos estadounidenses y que estaba corrompiendo a los jóvenes.
El 24 de marzo de 2022, al mediodía, los militares rusos irrumpieron en el centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos de la iglesia “Salvación” en la aldea de Motyzhyn, región de Kyiv. Sospechando que el pastor Oleg estaba ayudando al ejército ucraniano, lo ataron, lo golpearon y luego lo llevaron a su lugar de disposición en una granja en las afueras. Allí al pastor lo dejaron tirado en un pozo durante dos días y luego lo encerraron en un granero.
Kostyantyn Maksymov servía de sacerdote en la Iglesia de la Asunción en la ciudad de Tokmak, que estaba bajo ocupación rusa desde el comienzo de la invasión a gran escala en el año 2022. Según el testimonio de Svitlana Maksymova, la madre del prisionero civil, su hijo abandonó la Tokmak ocupada en una misión humanitaria voluntaria en la que iba a pasar por Crimea el 16 de mayo de 2023. A las 10:27 horas, el hombre comunicó por teléfono a sus amigos que había llegado al puesto de control (presumiblemente en el pueblo de Chongar). Desde entonces hasta ahora no ha habido ningún contacto con Maksymov. Hay información de que el clérigo fue detenido por el ejército ruso y ahora se encuentra en un campo de filtración en Dzhankoy. Actualmente no hay información sobre el lugar, las condiciones y el motivo de la detención tan prolongada de Kostyantyn Maksymov, ni tampoco sobre su estado de salud.
A finales de noviembre de 2022, en Berdyansk, los ocupantes rusos detuvieron a dos sacerdotes de la Iglesia greco-católica, al padre Ivan Levitskyi y al padre Bogdan Geleta. Los sacerdotes fueron llevados a Rusia; no se sabe con seguridad dónde están ahora. Ambos están bajo investigación por cargos penales relacionados con explosivos, armas y municiones que, según la propaganda rusa, supuestamente habían sido encontrados en la Iglesia de la Natividad de la Santa Virgen en Berdyansk, donde servían el padre Iván y el padre Bogdan. Tales acusaciones también las difundieron los medios de comunicación rusos afirmando también que en la iglesia supuestamente se había encontrado la literatura “extremista”. La administración diocesana de Donetsk negó todas las acusaciones de las fuerzas de ocupación rusas.
Deportación de sacerdotes
En la región de Zaporizhia, los militares rusos detuvieron y expulsaron de su ciudad natal de Melitopol a un sacerdote de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, de 74 años, que se negó a recibir el pasaporte ruso. La propaganda rusa lo llamó “enemigo de los referendos” y una persona que justifica el “terrorismo de Kyiv”.
En la región ocupada de Donetsk, en septiembre de 2023, los funcionarios rusos arrestaron a dos sacerdotes de la IOU: el padre Khristofor Khrimli y el padre Andriy Chui. El tribunal los multó a ambos por “actividad misionera” y ordenó su deportación de Rusia (después de la anexión ilegal, las autoridades rusas consideran Donetsk y otras regiones ocupadas de Ucrania como territorios rusos). Los padres Khristofor y Andriy están recluidos en el centro de deportación cerca de Rostov del Don.
Rusia destruye iglesias ortodoxas en Ucrania
El T4P registra 356 crímenes contra edificios religiosos, la mayoría son la destrucción de las iglesias por bombardeos rusos de ciudades y pueblos ucranianos con diversos tipos de armas. Son 266 casos de bombardeos con artillería/sistemas de fuego múltiple que registran nuestros documentalistas, también hay 29 casos de ataques con misiles y 20 ataques aéreos.
La noche del 23 de julio de 2023, el ejército ruso bombardeó Odesa con 19 misiles diferentes: Kalibr, X-22, Onyx, Iskander-K e Iskander-M. Las fuerzas de defensa aérea de Ucrania destruyeron una parte de estos misiles. El resto causaron daños a la infraestructura de la ciudad. Durante este ataque resultó bastante dañada la Catedral de San Salvador de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú, que es un monumento de la historia local.
En al menos tres episodios, se trataba del daño/destrucción intencional de edificios religiosos con cañones de tanques y otros vehículos blindados. A diferencia del fuego de artillería, cuando la dificultad radica en demostrar la intención de dañar un edificio específico, en este caso no hay dudas sobre la intención específica de un militar.
Como informó el Departamento sinodal de información de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú, el 5 de marzo de 2022, durante los bombardeos en Yasnogorodka resultó dañada la Iglesia de la Natividad de la Santa Virgen.
El 25 de marzo de 2022 fue destruido el monumento de la arquitectura ucraniana de madera del siglo XIX, la Iglesia de la Ascensión del Señor, en la administración diocesana de Boryspil de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú en el pueblo de Lukyanivka, región de Kyiv.
En el pueblo de Kiselivka, en la región de Jerson, los rusos utilizaron tanques para destruir una iglesia y un cementerio al lado.
Persecución religiosa
La mayor parte de los edificios religiosos dañados o destruidos pertenecen a iglesias ortodoxas. Esto contrasta con las declaraciones de las autoridades rusas sobre la supuesta “protección” de la religión ortodoxa.
Los documentalistas de la iniciativa T4P también registraron nueve crímenes contra los Testigos de Jehová. Además de la destrucción como tal, se registraron otras tres acciones ilegales.
El 14 de diciembre de 2022, en Berdyansk temporalmente ocupado, anunciaron la “nacionalización” del local del Salón del Reino de los Testigos de Jehová.
También se sabe que los rusos realizaron repetidamente “registros” y “redadas” en los edificios de los Testigos de Jehová en los territorios ocupados. En febrero de 2023, los agentes de la policía ocupacional de la región de Jersón registraron el Salón del Reino vacío de los Testigos de Jehová en Skadovsk. Confiscaron la literatura religiosa.
El 15 de enero de 2024, fuentes rusas supieron sobre redadas en dos Salones del Reino vacíos de los Testigos de Jehová en Mariúpol. Un breve vídeo publicado en medios rusos muestra a hombres armados y enmascarados sacando materiales de la sala y metiéndolos en un camión militar blindado verde con el signo “V”.
Recordemos que en abril de 2017 Rusia, por decisión del Tribunal Supremo, reconoció a los Testigos de Jehová como una organización extremista: sus actividades fueron completamente prohibidas. Como puede verse en los ejemplos anteriores, Rusia ha extendido su política de prohibición a los territorios ocupados. Anteriormente, esa práctica de prohibición se había implementado en la Crimea ocupada.
Se registraron acciones ilegales contra la Iglesia de los Hermanos Menonitas en la región de Zaporizhia. En agosto de 2022, los rusos pidieron desalojar el local de esta iglesia en el pueblo ocupado de Molochansk. Así lo informó el pastor de la iglesia Oleksiy Makaiov.
En la ocupada Berdyansk, los rusos se apoderaron de la Iglesia católica de la Natividad de la Virgen María. Para justificar la toma del edificio, los rusos dijeron que allí se escondían soldados y partisanos ucranianos.
Como puede ver, las acciones premeditadas de los rusos están dirigidas contra aquellas instituciones religiosas que no pertenecen a la iglesia ortodoxa. Esto puede indicar la existencia de una política hostil hacia otras religiones. En el caso de los Testigos de Jehová, tras la ocupación de los territorios de Ucrania, simplemente se encontraron fuera de la ley.
Ataques a mezquitas y sinagogas
En julio de 2022, una mezquita en el distrito de Kyiv de la ciudad resultó dañada como resultado del bombardeo de Járkov con misiles Uragán.
Durante los combates en Mariúpol, las fuerzas armadas rusas bombardearon la mezquita de Solimán el Magnífico y su esposa Roksolana, donde, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, se escondían en aquel momento casi 90 personas. El 11 de marzo de 2022, Petro Andryushchenko, asesor del alcalde de Mariupol, informó en Facebook que 86 ciudadanos turcos, entre ellos 34 niños, se escondían en la mezquita para protegerse de los bombardeos.
En enero de 2023, en la ciudad de Gulyaipole resultó dañada la sinagoga, construida en 1909, que es un monumento arquitectónico.
En total, hay seis casos en la base de datos donde figuran las sinagogas como objetos de ataques. También se registraron daños en al menos cuatro iglesias católicas y una protestante.
Destrucción del patrimonio cultural
De todos los casos, cuatro registran daños a edificios que forman parte de los monumentos arquitectónicos nacionales.
En Izyum, durante los bombardeos del 27 de marzo de 2022, resultaron dañados el techo y la cúpula de la Iglesia de Santa Cruz (San Nicolás), construida entre 1809 y 1823. El bombardeo también dañó las fachadas y ventanas del antiguo edificio de la Sede de la administración diocesana de Izyum.
En Izyum, como resultado del bombardeo también resultaron dañados el techo, las ventanas, la fachada y la entrada de la Catedral de la Santa Ascensión, construida en 1826 y ampliada en 1902-1903.
El bombardeo de Járkiv en marzo de 2022, dañó el edificio de la Catedral de la Asunción de 1778. Durante el bombardeo, la gente se escondió en el templo, pero afortunadamente ninguno resultó herido. Se rompieron ventanas y vidrieras de la Catedral y se dañaron los utensilios de la iglesia.
Algo similar ocurrió en la Iglesia de Juan el Bautista en Járkiv.
El 19 de agosto de 2023, Rusia bombardeó el centro histórico de Chernigiv. Un misil dañó el monumento arquitectónico nacional, la Iglesia Pyatnytska, que forma parte del Patrimonio Histórico y Arquitectónico Nacional de “Chernigiv antiguo”.
Se registraron ataques repetidos a memoriales y cementerios.
En marzo de 2022, fue bombardeado un monumento en Drobytskyi Yar, situado en las afueras de Járkiv. Drobytskyi Yar es el lugar del asesinato masivo de judíos de Járkiv por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Según los archivos estatales de la región de Járkiv, en este lugar fueron fusiladas entre 16.000 y 20.000 personas.
Como resultado del bombardeo de la aldea de Simyanivka de Sumy, resultaron dañados los obeliscos en las tumbas de los soldados soviéticos y el monumento a los soldados locales que murieron en la Segunda Guerra Mundial. Es un monumento de la historia local.
Saqueo de iglesias
En repetidas ocasiones los rusos saquearon los edificios religiosos. En algunos casos se limitaban a llevar los objetos domésticos comunes y a veces iban sacando íconos y objetos sagrados de culto.
En Koryukivka, en la región de Chernigiv, los ocupantes rusos robaron la iglesia local. Como señala Oleksandr Koshovyi, diácono de la parroquia “Skiniya”, los ocupantes entraron a la iglesia por la noche. Rompieron la ventana, robaron la iglesia, se llevaron la comida. “No les dio reparo de remover hasta la basura”.
Los rusos entraron en el seminario del Sagrado Corazón de Jesús en el pueblo de Vorzel y se llevaron los aparatos de aire acondicionado, lavadoras, ordenadores, routers, utensilios de cocina e incluso las viejas zapatillas de correr del prior. También fueron robados del seminario algunos objetos litúrgicos, entre ellos un ostensorio y un cáliz conmemorativo de la Santa Misa presidida por el Papa Juan Pablo II en 2001.
En noviembre de 2022, las fuerzas de ocupación extraviaron los iconos de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania en Energodar. Los rusos anunciaron que habían impedido un “intento ilegal” de exportar siete iconos ortodoxos. Los ocupantes entregaron los objetos de valor de la comunidad religiosa al Museo de historia local de Melitopol. Se trata de iconos de finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Uso de iglesias con fines militares
En el pueblo de Lukashivka, de la región de Chernigiv, el ejército ruso utilizó las instalaciones de la Iglesia de la Ascensión (1913) como cuartel general y almacén militar. Según Roman Malenkov, fundador y director de la organización pública “Ucrania Incógnita”, también en el recinto de la iglesia se instaló una cámara de tortura.
Según el Estado Mayor de Ucrania, el ejército ruso ha colocado una base con maquinaria militar en el recinto de la Catedral Alexander Nevsky en Melitopol.
Después de ocupar la aldea de Peremoga en el municipio de Brovary de la región de Kyiv, el ejército ruso colocó vehículos blindados alrededor de la Iglesia de la Natividad de la Santa Virgen. El sacerdote pidió el permiso para trasladarse con los niños a un lugar más seguro, pero se lo rechazaron. El 5 de marzo de 2022 la iglesia fue bombardeada.
Calificación jurídica
La destrucción o daño a instituciones religiosas está incluida en una disposición especial del Estatuto de Roma, que establece la responsabilidad por “dirigir intencionalmente ataques contra edificios destinados a fines religiosos, educativos, artísticos, científicos o caritativos, contra monumentos históricos, hospitales y lugares de concentración de los enfermos y heridos siempre que no sean objetivos militares” (inciso IX, inciso b, artículo 8 del Estatuto).
Sin embargo, hay que entender que, para acusar a alguien en los tribunales en virtud de este artículo, es necesario que haya un ataque deliberado contra una institución religiosa, y no un acto donde el criminal se haya mostrado indiferente a las consecuencias de su comportamiento. De lo contrario, se aplicará un artículo de carácter más general.
Hablando de la comisión de delitos contra clérigos, su calificación puede variar. Por ejemplo, el secuestro masivo de sacerdotes puede considerarse como una parte de los crímenes contra la humanidad, que se manifiesta en forma de la desaparición forzada de la población. Como sabemos por los ejemplos, la mayoría de los sacerdotes son detenidos sin ningún fundamento legal y se les mantiene incomunicados con el mundo exterior. El Grupo de derechos humanos de Járkiv está preparando una presentación sobre el tema ante la Corte Penal Internacional.
Editor jefe: Denys Volokha, editor: Emilia Prytkina, infografías: Sergiy Prytkin, portada: María Krykunenko