Voces de la guerra: Sergiy Neboga salvando a víctimas de cuatro patas

Gran cantidad de animales sufren de la agresión rusa en Ucrania. El conocido criador de perros, Sergiy Neboga, ayuda a sus compañeros a salvar animales. Nos cuenta los problemas de evacuación y de crueldad en animales y también habla de la destrucción de criaderos de perros.
Taras Viychuk30 Marzo 2023UA DE EN ES FR IT RU

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Foto del Facebook de Sergiy Neboga

Mi nombre es Sergiy Valeriyovych Neboga, soy dueño de un criadero de pastores caucásicos llamado “Árbol de vida” (Derevo zhittya) en la ciudad de Cherkasy, Ucrania.

¿Cuánto tiempo lleva criando perros?

Me dedico a la cría profesional de perros a lo largo de 15 años. Los perros de mi criadero representan a nuestro país en competiciones internacionales. Por cierto, en los últimos 5 años he suministrado perros para el Ministerio de Defensa de Ucrania y para Ukroboronprom (Industria armamentística ucraniana). Nuestros perros adiestrados también sirven en unidades militares.

¿Cómo afectó la invasión rusa en 2014 a la cinología en Ucrania?

Es que la cinología de los países de la ex URSS siempre ha estado dividida. Los criadores de perros rusos siempre nos han mirado con desdén. Nunca he entendido por qué la cría de perros de Ucrania se equiparaba con los países del tercer mundo, mientras que Bielorrusia y Rusia se consideraban del primero. Siempre hemos hecho un trabajo de cría excelente, nuestros perros han ganado muchas competiciones y son conocidos en todo el mundo.

En el año 14, apareció la narrativa rusa de que los perros estaban “fuera de la política”, porque los perros no tenían nada que ver con esto.¿Cómo que los perros no tienen nada que ver, si la cría canina de un país también representa a este país? Primero. Y segundo, la cría de perros siempre ha estado bajo la protección de las autoridades de poder. Un ejemplo muy simple: el presidente de Turkmenistán va a encontrarse con Putin y le trae de regalo a un cachorro Alabai. Entonces, ¿cómo que los perros están fuera de la política?

Los criadores de perros de Ucrania también estaban divididos. Me refiero a los criadores de perros de las regiones de habla rusa, como Járkiv, Donbas y otras. Muchas personas todavía echan de menos a sus hermanos rusos. Realmente no entiendo a esta gente, pero, afortunadamente, mucha gente también ha cambiado de opinión.

Desgraciadamente, muchas personas quieren “sorber y mamar”, tanto de la Federación cinológica rusa como de la Unión cinológica de Ucrania. Muchos cinólogos en Donbas sin remordimiento alguno pedían y aceptaban ayuda tanto rusa como nuestra, viajaban de un sitio a otro.

Durante medio año, les ponía una pregunta simple a estas personas: “Gente,¿cómo vais a competir en la misma arena con nosotros y cómo vais a ser parte de la cinología de Ucrania después de todo lo que pasó?” Yo personalmente ayudé a sacar criaderos de las regiones de Járkiv, Mariupol, Berdyansk, Jersón, Zaporizhzhia. Siempre hubo muchos perros adiestrados míos en Donbas. Muchos de ellos ya no están. Ni los dueños, ni los animales. Hubo escuelas cinológicas muy fuertes en Járkiv, Donetsk y Mariupol, pero sólo unos pocos sobrevivieron.

¿Cómo fue el 24 de febrero para Usted?

Cuando comenzó la agresión a gran escala, estaba con mi familia en el criadero. A las seis y media de la mañana, recibí una llamada de mis colegas de la región de Járkiv, de una colega [también dueña de una perrera], que cría pastores caucásicos. Me dijo casi llorando: “Sergiy, delante de mis ventanas están pasando tanques y soldados rusos”. Desafortunadamente, ya nunca más he recibido alguna noticia de esta mujer. Borraron del mapa la aldea en la región de Járkiv donde ella vivía, y no sé nada sobre su destino. Les pregunté a los muchachos que estaban liberando la región de Járkiv: “Se puede saber al menos algo”. Y la respuesta fue: “Aquí sólo quedan ruinas, no hay nadie”.

¿Usted y su criadero han estado bajo la ocupación rusa?

Afortunadamente, yo no estuve en la ocupación, pero sí, me planteé la pregunta: ¿Qué voy a hacer?

Me ofrecieron evacuar a los perros, irme definitivamente a Canadá. Pero no quiero ir a ningún lado de mi país. Es fácil decir: “Ven”. Cualquiera que haya tenido 20 perros que pesan entre 50 y 100 kilos, se puede imaginar qué significa coger a 20 perros y emprender un viaje con destino desconocido. Cuando vas a Kiev con tres perros, ya estás haciendo una operación especial. Criar perros es un pasatiempo muy costoso. En nuestro país ni siquiera es un negocio. Por lo general, lo hace la gente por vocación. Cualquiera que tenga un criadero de perros grandes sabe que transportar tantos perros es muy difícil. En primer lugar, necesitas dinero. En segundo lugar, necesitas un gran autobús de línea. En tercer lugar, recuerde lo que pasaba en los primeros días de la guerra: mucho pánico, no se podía evacuar a la gente y mucho menos a los perros. También vi muchos ejemplos de humanidad.

Mis amigos de Bucha, Irpin y Borodyanka lo dejaron todo atrás: autos caros, apartamentos, propiedades, salían en pantuflas llevándose a sus hijos y sus animales, con pasaportes nada más. Sí, hubo algunos casos de abandono de animales, pero estoy muy orgulloso de que los ucranianos hayan mostrado aquí un gran ejemplo de humanidad.

En la región de Kyiv ha muerto un gran número de voluntarios. Eran, por lo general, nuestros jóvenes y activos voluntarios que no tenían miedo de sacar del peligro a personas y animales. El día veinticuatro, mi hijo y yo nos apuntamos a la brigada de defensa territorial porque yo no quería huir. Lo único que les pedí a mis amigos en el extranjero fue ayuda para sacar a mi familia. El día veinticinco fui a ver a mi veterinario y le pedí veinte ampollas de somnífero. Fue una decisión muy difícil que ahora no puedo perdonarme. El hecho es que ya sabía que en la región de Kyiv los rusos disparaban a los perros, quemaban perreras enteras, lo hacían con una crueldad terrible. Los días 24 y 25 perdí el contacto con muchos de mis colegas, con los que hacía medio año estaba tomando un café en el famoso “Krystal” de Járkiv. Muchos de ellos ya no están vivos.

Yo sabía que al entrar en mi aldea y al descubrir que los perros eran míos [de Sergiy Neboga], no solo les matarían, sino que lo harían con máxima crueldad. Decidí sacrificar toda mi perrera.

Al final no lo tuve que hacer, pero estaba mentalizado. Nunca perdonaré a mis colegas de Rusia, que aplaudieron al comienzo de la guerra: “Es lo que os merecéis, malditos banderas” [los rusos nos llaman así por Stepan Bandera — famoso nacionalista ucraniano]. Nunca perdonaré a esta gente.

Me reprochaban, diciendo: “¿Por qué no has dado estos perros en adopción?” El caso es que es casi imposible esperar que acojan a perros tan grandes como pastores caucásicos. En más de veinte años, logré dejar en buenas manos apenas cinco perros adultos. Creo que hice lo imposible. Es casi imposible conseguir una casa para un pastor caucásico (un perro líder y monógamo). Ahora tengo cincuenta perros esperando a dueños. Listos para adoptar ¿Alguien se anima para llevarse alguno? Si no, no tienen derecho a juzgarme.

¿Qué le motivó a crear la película “Guerra de los cuatro patas”?

Es muy simple. En la región de Kyiv hay muchos colegas míos que antes de la guerra eran mis competidores, ni siquiera éramos amigos. Por ejemplo, el criadero de fama mundial “Daur Don” de 70 perros, entre los cuales hay 7 campeones mundiales, 15 campeones europeos. Ni siquiera los rusos tenían tal nivel, aunque dicen que es una raza canina soviética tradicional. Dio la casualidad de que yo estaba muy preocupado precisamente por este criadero, porque se ubicaba en Zheriv [municipio de Ivankiv]. Esta aldea ya no existe. Desde el primer día no hubo conexión con ellos. Cuando empezamos a liberar la región de Kiev, la perrera de perros pastores caucásicos “Daur Don” fue la primera a la que ayudé. Se sorprendieron de que hubiera llegado hasta su aldea a través de los campos minados. Fue ahí donde nació esta película.

Estaba filmando los campos minados, y cuando llegué a la perrera ya tenía algo de material grabado. Luego llegué al segundo criadero, al tercero, quinto, décimo. Nos comunicamos por Facebook, Telegram. Sabía dónde estaba cada uno, así que por en el camino les llevaba carne y alimentos, de una vez pasando por 5 perreras.

Había un criadero de perros guardián de Moscú, y se les metió un tanque ruso al jardín de la casa. Le dijeron a la mujer: “Tus perros no nos dejan dormir con sus ladridos, vamos a pegarles un tiro para que no sufran”.

Por eso decidí que había que ir documentando todo, porque algún día llegará su hora y esto estará en los tribunales.

¿Por qué ha decidido salvar a perros y no a personas?

No puedo decir que salvaba tan solo a los perros. Más bien salvaba a los perros con sus dueños. Los animales sienten dolor, mueren y sufren igual que la gente, pero una persona puede pedir ayuda, mientras que un perro o un gato no pueden hacerlo. Desafortunadamente, muy pocas personas se dedican a ofrecer este tipo de ayuda ahora. Estoy muy agradecido a los países europeos que nos permitieron cruzar la frontera sin pedir el pedigree o pasaporte veterinario. Le agradezco tanto a la comunidad europea que acogió esta gran cantidad de perros.

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Foto del Facebook de Sergiy Neboga

En su opinión, ¿los rusos matan animales a propósito?

Hay evidencias que lo comprueban. Cuando un proyectil llega a una perrera, entiendo que es una arma ciega. Pero en una aldea de Borodyanka estaba hablando con un hombre que me mostró la piel con la cabeza de su joven pastor alemán. Se lo comieron los buriatos. Me quedé perplejo, pero él me dijo: “¿Por qué se sorprende? Lo mismo pasó en muchas casas: en una sí, otra no”. La persona que me concedió una entrevista también había encontrado los intestinos y la piel de su perro en el sótano: se comieron al animal sin más. Hay muchos casos parecidos en la región de Kyiv. Además, no se limitaban con lo de comer a los animales, les pegaban un tiro en la columna espinal para que el animal sufriera más muriendo lentamente. He estado en lugares donde los animales se comían unos a otros. Vi esto con mis propios ojos en la región de Kyiv. La perrera “Daur Don” consiguió evacuar 10 perros de milagro y 60 se quedaron. Cuando regresamos, los perros corrían por el bosque, la mitad de ellos fueron asesinados por proyectiles. Tengo imágenes donde un perro fue clavado a un árbol con muletas justo en medio de la carretera. Hay muchos casos así.

Tengo información de que se llevaron a Rusia las perreras enteras, por ejemplo, de Alabai, de pastores de Asia Central. O de que se llevaron a un cachorro y luego encontraron su cabeza y sus patas en las afueras de la aldea. Simplemente lo asaron con papas.

En cada aldea de la región de Kyiv encontrará a mucha gente para confirmar esto. Otro ejemplo bien conocido: fusilaron por diversión a toda una granja de caballos cerca de Borodyanka, cerca de Gostomel. De los animales de granja ni le voy a hablar, son casos que ocurrieron en todos los pueblos. Quemaron granjas enteras. En cada aldea de la región de Kyiv le contarán la misma historia. Conozco a la gente que se dedicaba a recoger restos de personas y animales después de la desocupación. Son historias aterradoras. Recibí una llamada de un conocido que entró en la zona después de nuestro ejército. Estaban recogiendo estos restos.

Me llamó a las dos de madrugada y lo primero que dijo fue: “Valeriyovych, lo primero que necesito hacer es ducharme y tomar un vaso de vodka de un tiro”. Le pregunté: “Sasha ¿qué pasó?” Dijo: “Toda Bucha, toda Irpin están llenos de restos de personas y animales. Nos ocupamos de las personas, pero, desafortunadamente, solo los dueños se ocupan de sus animales”. Por ejemplo, Vyacheslav Zakatov es un legendario criador de perros lobo caucásicos. Tiene 72 años, todo el Cáucaso venía a por sus perros, y ahora este hombre está en Chernigiv, en una casa destruida, con doce perros. Después de “Daur Don”, fui a verlo a él. Le mandé varios calentadores, porque era imposible acristalar su casa rota y cubrir el techo. El hombre vive ahora en su cuarto de baño. Siempre trato de mandarle algo a Chernigiv. El hombre tiene 72 años, y no dejó a sus perros, aunque tuvo la oportunidad de salir.

Otro hombre que no abandonó a sus perros es Sergiy Moskalenko, jefe de la unión de veteranos de la operación antiterrorista. Este señor no pudo salir y sobrevivió de milagro. También tenía amigos en la región de Járkiv y no tengo contacto con ellos desde febrero. Cuando se estaba liberando la región de Járkiv, escribí a unos conocidos que participaron en la desocupación: “Pasad por la aldea de Vesele, la de Tsyrkuny”. Me respondieron: “Valeriyovych, allí ya no hay gente, ni animales, los borraron del mapa”. Mariupol, también es un asunto aparte. Varios amigos míos, criadores de perros, murieron en Mariupol. La esposa de Vitaly Abashov, que me ayuda con la carne, es de Mariupol. Su hermana tenía una perrera grande y cuarenta perros, pero ya no queda nada: ni perros, ni hermana.

¿Por qué los ocupantes rusos tratan así a los animales?

Creo que hay dos razones. Primero, son una horda, unos salvajes que no tienen nada que ver con el mundo civilizado. Segundo, todo lo que tiene que ver con la bandera de Ucrania para ellos es como un trapo rojo para un toro. En 2021 mi perra Aza del “Árbol de vida” ganó el Campeonato Europeo de Pastores Caucásicos en Berlín. No recibí ni una sola felicitación de nuestros “colegas” rusos, ni una sola. Era una maldición tácita dirigida a nosotros, porque el ganador no fue su perro, un perro de sus criaderos [había 43 de ellos], sino la perra de Ucrania, que vive en Berlín ahora. Aza se convirtió en la campeona de Europa, pero en grupos y comunidades de criadores de perros sólo escribían porquerías y cosas negativas. Sólo nuestros compatriotas me felicitaron. Además, quiero destacar que casi todos nuestros criadores de perros que obtienen victorias en Europa sufren acoso. En el Campeonato de Europa en París, el pasado mes de abril. Cuando ganaron nuestras chicas, los rusos les escupían en la cara, hacían gestos indecentes y gritaban borrachos: “!Adelante, Rusia!”. Y eso no puede ser.

¿Qué objetivos tienen los cinólogos de Ucrania?

La Federación cinológica rusa [РКФ] no puede hacer parte de la comunidad internacional de criadores de perros. Los perros también representan la imagen del país: como deporte, como arte y otras cosas. Siempre es la imagen del país. Teniendo en cuenta que la mitad de nuestra cinología ha desaparecido, nuestra tarea principal ahora es sobrevivir y preservar, como sea, a los perros que nos quedan. Por eso hoy estoy ayudando a aquellas personas con las que competía antes. Ahora estamos en el mismo barco, como cantaba Oleg Skrypka: “En un barco como en un sueño”.

¿Cómo será la victoria final de Ucrania?

Creo que nuestra victoria es volver a las fronteras del año 1991, como dijo nuestro Presidente. Es lo primero. Lo segundo, Rusia en su estado actual no tiene derecho a existir. Simplemente no tiene ese derecho. Su existencia actual tiene que acabar de una vez por todas.

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