‘Los rusos se divertían destruyendo los edificios antiguos’. Testimonio del residente de Izium sobre la ocupación de su ciudad natal
Sergiy Dubinsky, nativo de Izium, desde la infancia tiene muchos problemas de salud y es discapacitado. Vivía recibiendo ayuda social y trabajaba como guardia en un complejo deportivo. Ganaba lo suficiente para mantenerse a sí mismo y a su madre enferma.
El 14 de julio de 2022, a las 11:00 horas, el hombre volvía a casa del mercado. Entonces Izium ya estaba ocupada por el ejército ruso. A pesar de esto, los ocupantes continuaron bombardeando la ciudad con el fin de destruirla al máximo.
Un día antes, el suegro de Sergiy pisó una mina antipersonal, la así llamada “mina-pétalo”. Los aviones enemigos cubrieron con estas minas casi un tercio de los barrios centrales de la ciudad. Afortunadamente, el hombre sobrevivió, pero sufrió una lesión en la pierna.
Todo era peligroso: salir a la calle, estar en casa o hasta en un refugio. Pero Sergiy tuvo que atender a su anciana madre que lo estaba esperando.
La primera explosión sonó bastante lejos y no le afectó. Pero después hubo una lluvia de “bombas de racimo” que suelen contener unos cuantos elementos explosivos. Sergiy fue arrojado al suelo por una ola explosiva. Ya no podía ponerse de pie: las metrallas de proyectiles le lesionaron el muslo izquierdo. Pero encontró las fuerzas para arrastrarse, empujándose con los codos y una rodilla, hasta los edificios más cercanos. La gente del primer edificio le ayudó: le dieron agua, lo vendaron con lo que había, desinfectaron sus heridas. A los 10 minutos de acabar el bombardeo, llegó la ambulancia: los médicos ucranianos, incluso en la ocupación, continuaron salvando vidas de las víctimas. Al menos 14 personas resultaron heridas. El número de muertos se desconoce.
— Lo hacían a propósito: disparaban contra el departamento de educación, centros preescolares y escuelas, contra el departamento de pensiones, dice Sergiy.
— Eran precisamente las tropas rusas, aunque ya llevaban mucho tiempo en la ciudad. Simplemente se divertían destruyendo edificios antiguos.
El personal médico del hospital urbano le trató las heridas y le hizo radiografías. Sergei recibió una silla de ruedas, en la que finalmente llegó a casa de su madre. Luego los vecinos, que tenían un coche, lo llevaban al centro médico para cambiar los vendajes. La herida se curó, pero un nervio quedó dañado.
— Durante la ocupación no había medicinas necesarias, explica Sergiy. Recibí el tratamiento adecuado tan solo después de la liberación de la ciudad por el ejército de Ucrania, cuando al hospital habían llegado los médicos especializados trayendo equipamientos y medicinas.
Los innumerables crímenes de lesa humanidad cometidos por las tropas de ocupación rusa son aterradores. Europa no ha experimentado semejante crueldad desde hace mucho tiempo. El mal, concentrado como un cáncer, se extendió rápidamente y se hizo cada vez más popular entre los ciudadanos de la Federación Rusa. Ellos apoyaron activamente el inicio de la llamada SVO - operación militar especial para desnazificar Ucrania. Los invasores pintaron estas letras latinas en las paredes y en los autos. Además, los verdugos las esculpían a cuchillo en animales vivos... Destruyeron la ciudad de Izium y su población civil de forma deliberada.
Sergiy observa:
— Se necesitan varios días para contar los horrores cometidos aquí por los rusos ... ¡Es imposible olvidarlos!
Ahora Sergiy vive en una casa privada con su madre. Hay tres perros en su patio: amigos verdaderos, listos para proteger y dar cariño cuando se pone triste. Los problemas con las comunicaciones, la falta de energía eléctrica, la llegada del frío, obligan a la gente a ser más resiliente, la obligan a buscar constantemente materiales para mantener el calor, artículos de higiene básica y alimentos. ¡Pero la gente confía en lo mejor y está muy feliz por la liberación de la ciudad por las fuerzas armadas de Ucrania!