“La filtración” de ciudadanos ucranianos por las tropas rusas, como forma de violencia a muchos niveles

La palabra “filtración” tuvo una gran difusión durante la invasión rusa a Ucrania, aunque esta práctica apareció mucho antes. Los campos de filtración especiales para prisioneros de guerra y repatriados existieron en la Unión Soviética desde 1942 hasta 1949. Durante las guerras en Chechenia (1994-1996, 1999-2003), al menos 200.000 personas, es decir, uno de cada cinco chechenos, pasaron por “la filtración” de los servicios militares y de seguridad rusos. Rusia no se separa de su pasado totalitario trayéndolo a Ucrania con sus tropas de ocupación. “La filtración” es una forma de violación de derechos humanos a gran escala que debe ser estudiada en detalle haciendo todo lo posible para frenar esta práctica.

El ejército ruso llama “la filtración” a los controles forzosos y al registro de los ciudadanos ucranianos en las calles, en las residencias, en los puestos de control y en los puntos especiales. El propósito de estas inspecciones forzadas es analizar las características de los detenidos: identificar y detener a las personas activas que pueden ser peligrosas para el régimen de ocupación. Desde 2014 estas inspecciones se han llevado a cabo en diversos formatos y situaciones: en los territorios ocupados, al ingresar al territorio de Rusia, al salir de la Federación Rusa a los países europeos. Este artículo describe diferentes tipos de “la filtración”. Cada una crea las condiciones para violaciones de los derechos humanos que hay que conocer. Sin embargo, aquí no vamos a tratar el tema del encarcelamiento de las personas que no han pasado “la filtración”. Será un tema a parte.

La posición del gobierno de la Federación de Rusia es que no utilizan “la filtración”, sino que así registran a los ciudadanos ucranianos al entrar en Rusia de acuerdo con las prácticas internacionales. No es verdad. Los testimonios de la gente nos permiten sacar una firme conclusión: los rusos están tratando de “filtrar” a toda la población de la parte ocupada de Ucrania.

La llamada “filtración primaria” se lleva a cabo en las calles de las localidades ocupadas y en los puestos de control. Los medios de información rusos utilizan el término “la filtración primaria”. En las calles y los puestos de control se verifican los documentos, se inspeccionan los automóviles y, a veces, se desnuda a las personas en busca de tatuajes sospechosos.

“La filtración” es obligatoria para los residentes de los territorios ocupados. En la primavera del año pasado, allí se difundió la información que sin pasar la “filtración” la gente no podría abandonar su lugar de residencia. Además de los controles en las calles y en los puntos de control, se han creado sitios especiales para la “filtración total”. En la primavera y el verano de 2022, a este fin se utilizaron tiendas de campaña y otras instalaciones temporales. Los residentes de los territorios ocupados estaban obligados a llegar a estos sitios en sus propios coches o en autobuses especiales. En la primavera de 2022, las colas de “la filtración” eran muy largas. Las personas dormían en sus coches durante varios días o tenían que venir varias veces con la esperanza de pasar la “filtración” antes del toque de queda. Entonces, los sitios de filtración estaban abiertos las 24 horas.

Durante “la filtración” las personas se registran usando sus documentos ucranianos, se les toman las huellas dactilares, se les pregunta su opinión acerca de las autoridades de Ucrania, de Rusia y de las autoridades locales de ocupación. Una de las preguntas más populares:¿Quiere ir a Ucrania?

Las revisiones del teléfono móvil son obligatorias: los posts en las redes sociales, los números de contacto, las fotos. A menudo, al revisar el teléfono, se recupera la copia de seguridad para ver la información eliminada.

Se revisa el teléfono con el objetivo de evaluar la actitud de la persona hacia el gobierno de Ucrania, para identificar sus conexiones con los militares ucranianos. Si la información en las redes sociales muestra el patriotismo de una persona, su apoyo del ejército ucraniano, ya es la razón suficiente para detener a esa persona.

Los patrulleros y empleados de los “puntos de filtración” tienen imágenes de tatuajes que pueden ser el motivo de detención. Entre ellos se encuentran las runas, las cruces y los tridentes. Los logotipos de videojuegos y otros símbolos desconocidos se consideran sospechosos. También se buscan abrasiones específicas en la piel por usar armas de fuego y chalecos antibalas, abrasiones en el dedo índice de la mano derecha, hematomas en el hombro derecho por impactos de usar carabinas.

La filtración puede llevar a la detención de una persona. En la zona de alto riesgo se encuentran los ex militares, ex combatientes de la operación antiterrorista, policías, guardias fronterizos y empleados de otros servicios de seguridad, miembros de instituciones patrióticas. A veces la filtración lo que busca es justo este tipo de personas. Como cuenta uno de los testigos: “En algunos puntos de control en el autobús entraban personas con sus listas y revisaban los documentos de todos comparando con estas listas”. Los que no pasaron “la filtración”, desaparecieron.

Al pasar por la filtración, la persona recibe un pequeño trozo de papel rectangular. Esta hoja muestra el apellido de la persona, su nombre, patronímico, fecha de nacimiento, y lleva un sello indicando el punto de filtración (PF), por ejemplo, “PF Bezimyane”. Más abajo pone “dactiloscopía” y al pie de todo está la fecha y firma de la persona que realizó la filtración. El apellido de esta persona no se indica. Las personas deben llevar esta hoja con su pasaporte. Los empleados de los puntos de filtración dicen a toda la gente que pasa por este trámite que este “certificado” es un pase en todos los territorios ocupados, también se puede utilizar para ingresar al territorio de la Federación Rusa. De hecho, se propone presentar estos “certificados” durante cada inspección. Aunque uno de los testigos afirma que para septiembre, se disminuyó drásticamente la preocupación por “la filtración” y los “certificados” se volvieron irrelevantes.

Otro formato de “la filtración” es una verificación total de todos los residentes del lugar. Los militares entran a cada casa o apartamento, revisan los documentos, teléfonos, buscan tatuajes y registran el local. Los propios militares rusos lo llaman “la filtración”. Durante estos registros se utiliza mucho la violencia: palizas, torturas. Se han registrado casos de asesinatos y violaciones. Esta “filtración” se puede realizar reiteradamente en el mismo lugar. Después de estas filtraciones algunos residentes de las poblaciones de la ocupada barra de Kinburn, región de Mykolaiv, fueron llevados “a la fosa”. Les arrojaron a una fosa cavada en la tierra, los retenían allí hasta un mes, les pegaban palizas y torturaban.

El procedimiento de “filtración” traumatiza psicológicamente a muchas personas, especialmente a los niños. Se conocen casos cuando las personas tras pasar por “la filtración” necesitaron la ayuda de un psicoterapeuta durante mucho tiempo. Para encontrar tatuajes tanto hombres como mujeres son obligados a desnudarse en los puntos de filtración. Lo hacen en las salas especiales. Solo los menores de edad y las mujeres mayores de 40-45 años no se desnudan. Durante la filtración, muchas personas se encuentran en condiciones degradantes y peligrosas para la vida y la salud: están retenidos en los locales fríos, sin ventanas y sin condiciones para dormir, sin agua ni alimentos, sin acceso a atención médica.

Un tipo de “filtración” especial son los controles que realizan los funcionarios de Servicios de Seguridad Federal rusa a ciudadanos ucranianos que salen de Rusia a los países vecinos. Los ucranianos son interrogados, a veces durante varias horas. Después de esta última etapa de “filtración”, algunos de ellos quedan detenidos.