El acordeonista Igor Zavadsky toca Bach en medio de explosiones
Cuando supe que había comenzado una agresión a gran escala en Ucrania lo primero que hice fue encontrar una obra que reflejara mis sentimientos. Fue el “Eco” de Bach. Al grabar esta pieza en la puerta de mi casa el primero de marzo, se escucharon explosiones desde fuera. La música que surge del alma es una luz. Y cada melodía que toco es un rayo de luz. Todos los días, durante cuatro meses seguidos, toqué una pieza nueva. Como respuesta a las fuerzas del mal, de la oscuridad. Publicaba esta respuesta en mi Youtube y Facebook. Todos los días publicaba algo. El primer día de la guerra, el segundo día de la guerra. Y hasta hoy no he faltado ni un solo día.
Mi frente musical se mantiene firme. El eco de estos acontecimientos en mi corazón se ha convertido en un álbum de música. El álbum titulado “Echo”. Y ha batido un récord.
Creo que en el mundo no hay álbumes que duren 9 horas y media. Aquí hay tres CD de color turquesa. Es mi álbum número 16, todo está en dos DVD. El bien tiene que defenderse a puñetazos, por eso hay una foto con un puño en la portada. El álbum contiene 123 melodías musicales que grabé durante cuatro meses seguidos.
Para un músico, como para todos, es importante mantener su propia lucha. Para nosotros es el frente musical. Cada uno debe acercar nuestra victoria en su frente y al final todos juntos ganaremos. Estaba preparando este estreno para el inicio de mi temporada de conciertos en la Casa del actor en Yaroslaviv Val, 7. El 30 de septiembre voy a inaugurar mi temporada de conciertos. Me gustaría tocar cuatro o cinco estrenos y muchas piezas de mis álbumes musicales anteriores. De diferentes años. Hoy decidí hacer un regalo a mis suscriptores de YouTube. Voy a decir un par de palabras sobre este trabajo “Memorias”.
Hay una hipótesis científica que cuando se constata la muerte de una persona, cuando ya no hay pulso, no hay latidos del corazón, el cerebro sigue vivo durante algún tiempo. Cómo mínimo durante 100 segundos.
Y decidí crear una representación musical. ¿Se ha imaginado qué puede sentir un hombre cuando todos piensan que ya está muerto y toda su vida pasa por su mente en 100 segundos? La pieza que tocaré ahora dura unos 100 segundos. Las memorias desde el primer latido del corazón hasta el último.
Quizás me haya impactado la tragedia que sucedió en Chernigiv y lo que pasa en el frente. Por eso hoy estoy recreando esa imagen. Me imagino cómo los amigos de nuestros soldados heridos constatan su muerte. Pueden ir corriendo o estar en una trinchera. Y su pulso palpita fuertemente, porque hay tensión, estrés, guerra, explosiones, enemigos y muchas muertes. Voy a transmitir ese pulso, esa sensación de que mi corazón late más rápido. Compuse una parte meditativa que dura estos 100 segundos: prácticamente toda la melodía de esta pieza se basa en ella. Es una pequeña inscripción musical para las memorias y eventos más destacados que sucedieron en la vida de una persona.