¡Por nuestra y vuestra libertad!

Discurso de Olexandra Matviychuk en la rueda de prensa dedicada al Premio Nobel de la Paz 2022.
Olexandra Matviychuk18 Octubre 2022UA DE EN ES FR IT RU

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Foto: Centro para las Libertades Civiles

¡Buenas tardes! Soy Olexandra Matviychuk, Directora del Centro para las Libertades Civiles.

Ayer, el Centro para las Libertades Civiles ganó el Premio Nobel de la Paz.

Dicen que este premio lo debería recibir el pueblo ucraniano. Y estoy orgullosa de que esté sucediendo exactamente esto. El Centro para las Libertades Civiles es una organización protagonizada por voluntarios.

Este premio no se otorga tan solo a nuestro equipo y a los que han trabajado junto con nosotros todos estos años.

El Premio Nobel de la Paz se otorga a todas las personas en Ucrania que ahora están luchando por su libertad en un sentido amplio.

Por la libertad de ser un estado soberano e independiente. Por la libertad de desarrollar la lengua y la cultura ucranianas. Por la libertad de tener nuestro destino democrático, de construir un país donde se respeten los derechos de las personas, donde el gobierno rinda cuentas, donde los tribunales sean independientes y la policía no reprima las manifestaciones estudiantiles pacíficas.

El Centro para las Libertades Civiles puso en marcha la iniciativa Euromaidan SOS durante la Revolución de Dignidad para ayudar a los manifestantes perseguidos en todo el país, gracias a que varios miles de personas se unieron a nosotros.

Gracias al apoyo de la gente, el Centro para las Libertades Civiles fue el primero en enviar grupos móviles para documentar los crímenes de guerra en las regiones de Crimea, Donetsk y Luhansk.

Miles de personas en todo el mundo han constituido el eje de nuestra campaña internacional #SaveOlegSentsov, manifestándose y promoviendo otras acciones colectivas en más de 35 países para liberar al cineasta Oleg Sentsov y a otros presos políticos.

No deseo a nadie pasar por una guerra, pero este momento difícil nos permite a todos mostrar nuestras mejores características, desde un granjero que arrastra un tanque ruso con su tractor, hasta al presidente del país que se niega a abandonar Kyiv. Ahora más que nunca sentimos lo que significa ser humano.

Rusia debe ser expulsada del Consejo de Seguridad de la ONU por violaciones constantes de sus estatutos. Durante décadas, Rusia iba cometiendo crímenes de guerra en Chechenia, Moldavia, Georgia, Siria, Malí, Libia, Ucrania... La ONU y los estados miembros deben garantizar la justicia a todas las víctimas de crímenes de guerra y crear un tribunal internacional para juzgar a Putin, a Lukashenko y a todos los criminales de guerra.

Ucrania no abandona a su gente y, por lo tanto, estamos luchando por la liberación total de nuestros territorios ocupados. Hoy, desde el Centro, luchamos por la liberación de todos los que están en el cautiverio ruso.

Entre ellos está Server Mustafaev, un tártaro de Crimea, coordinador de Solidaridad de Crimea. Victoria Obedina, una médica militar, separada de su hija de 4 años durante la evacuación de Azovstal. Lyudmila Guseynova, quien defendió a los huérfanos en la ocupación y fue detenida. Y otros miles de ucranianos, militares y civiles.

Llamamos a la comunidad internacional a darles la voz y ayudarnos con su liberación. También con la liberación de todos los presos políticos que lucharon contra las autarquías en Rusia y Bielorrusia.

Mis 20 años de experiencia en la lucha por la libertad y derechos humanos me confieren la seguridad de que las personas tienen mucho más poder de lo que se imaginan. Les debemos todos nuestros logros.

Y, para concluir, sobre la importancia de llamar al pan, pan, y al vino, vino. Rusia, que no ha superado sus ambiciones imperiales, es una amenaza para Ucrania y para el mundo entero. Igual que Bielorrusia, ya que el régimen de Lukashenko entregó su propio país a la ocupación.

Para mí personalmente y para el Centro para Libertades Civiles las personas como Alés Bialiatski, Valentin Stefanovich y Marfa Rabkova de Vesna, como Oleg Orlov, Svetlana Gannushkina, Alexander Cherkasov, y Sergey Davidis de Memorial, son aliados con quienes hemos estado luchando, hombro a hombro, contra esta amenaza durante muchos años.

Ahora Alés Bialiatski está encarcelado y el Memorial está prohibido. Esta historia es sobre la oposición al mal común, sobre la libertad sin fronteras y sobre el valor universal de los derechos humanos. Sobre los defensores de los derechos humanos entablando conexiones, invisibles para sus sociedades, para establecer la libertad y proteger a las personas en ésta del mundo, donde de nuevo intenta reinar un caníbal. Un caníbal que tarde o temprano perderá. Y entonces reinará la paz.

De ninguna manera este premio debe sonar a esa vieja narrativa sobre los pueblos hermanos. Es una historia diferente. Es la historia sobre un eslogan que escuché de mi maestro, disidente y filósofo, Yevgen Sverstiuk: "¡Por nuestra y vuestra libertad!"

8 de octubre de 2022

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