El aniversario de la invasión. Resumen

Ucrania ha aguantado y la comunidad internacional se ha consolidado para ayudar a los ucranianos a derrotar y castigar al agresor: el Memorial Internacional.
25 Febrero 2023UA DE EN ES FR IT RU

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© Lilya Matvejeva

Hace un año comenzó la invasión masiva de Ucrania por parte de las tropas rusas. La “guerra híbrida” de los ocho años anteriores se transformó en una guerra de agresión a gran escala. Algo similar no ocurría en Europa desde 1939.

Ni la comunidad mundial ni la sociedad civil rusa pudieron impedir esta invasión.

En un año han muerto decenas de miles de personas, y cientos de miles han resultado heridas. Hay ciudades y pueblos destruidos; millones son las personas refugiadas. Cientos de miles de familias han sido separadas, decenas de miles de niños ucranianos han sido llevados a Rusia. Se han registrado secuestros, torturas y asesinatos en los territorios ocupados.

Es imposible saber cuántos sacrificios más deberá hacer Ucrania, donde probablemente no haya una sola persona que no haya sufrido de una forma u otra debido a esta guerra. Tal es el monstruoso precio que Ucrania tiene que pagar por la libertad y la independencia, por el derecho a ser ella misma.

El principal resultado de este año de guerra es que Ucrania ha sobrevivido. La guerra relámpago prevista por Putin ha fracasado. Ciudadanos ucranianos de todas las nacionalidades y religiones defienden su patria con valentía.

No es menos importante mencionar que el mundo ha visto que, para la mayoría de los países, existen valores más importantes que el petróleo y el gas. La comunidad internacional ha mostrado una unidad sin precedentes en su deseo de ayudar a Ucrania a derrotar y castigar al agresor. Creemos que esta solidaridad activa en el plano nacional, internacional y público seguramente pondrá fin a la guerra y llevará a la creación de un tribunal internacional que evaluará jurídicamente la agresión y los crímenes cometidos en el transcurso de esta guerra.

Otro resultado de este año es que la guerra ha llevado a Rusia al borde de la catástrofe. Su futuro como país moderno y dinámico está en entredicho. La propia palabra “Rusia”, que despertaba esperanza y simpatía desde el comienzo de la perestroika, ahora genera rechazo. Las políticas de Putin han reavivado el miedo a la catástrofe nuclear, que parecía haberse borrado treinta años atrás. Rusia como país se identifica cada vez más con el régimen de Putin, basado en elecciones amañadas, supresión de los derechos humanos y destrucción de libertades. La represión de los disidentes es comparable en brutalidad y escala a la de los últimos tiempos de la era soviética. Los opositores a la guerra (al menos el veinte por ciento de la población, incluso según las estadísticas oficiales) no están representados en el parlamento y no tienen acceso a los medios de comunicación para expresarse. Pero la existencia de ese veinte por ciento da esperanzas de que Rusia tenga futuro.

Hoy, las palabras de Andréi Sájarov resultan especialmente significativas: “La opción moral al final resulta ser la más pragmática”.


24 de febrero de 2023

Memorial Internacional

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