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Patrick Loveless llegó a Bucha inmediatamente después de su liberación y ayudó en la morgue a clasificar los cadáveres, viendo y sintiendo las consecuencias de lo que hicieron los rusos. Le impactó tanto lo que vio que no ha podido olvidarlo.

175 kilos de trilita, 68 minas antitanque: los rusos dejaron una increíble cantidad de explosivos en una aldea fronteriza en la región de Járkiv.

Nos encontramos con Olga Leus, residente de Mariúpol, en el centro SoyMariúpol en Lviv, donde estuvo el Grupo de derechos humanos de Járkiv para ayudar a los residentes de Mariúpol que viven en Lviv después de abandonar su ciudad natal.

Al inicio de la invasión rusa Leonid Remyga dirigió uno de los hospitales de la ciudad de Jersón. Por negarse a cooperar con los ocupantes, el médico jefe pasó por la cámara de tortura de los rusos.

Mala Danylivka se encuentra a 20 kilómetros de la frontera con Rusia. En 1941-1943 la aldea estuvo bajo ocupación alemana. En febrero de 2022 estuvo a punto de quedar bajo la ocupación de los invasores rusos.

El Grupo de derechos humanos de Járkiv ha presentado un comunicado a los fiscales de la Corte Penal Internacional sobre el traslado de niños ucranianos. ¿Por qué necesitamos demostrar que las acciones de Rusia representan un genocidio y cómo ayudará esto a devolver a los niños? Lo explica Mykola Komarovsky, el autor del comunicado.

Rostyslav Pashynskyi y su compañero fueron capturados cuando intentaban salir de Bucha por su cuenta. Recibieron palizas y amenazas, como la de cortarles las orejas y los dedos. Para obligarle a confesar que era corrector de artillería, los rusos simularon la ejecución de su compañero, Maksym. Nuestro artículo cuenta el miedo que pasaron estos dos civiles y cómo terminó esta historia.

Todos los días desde el comienzo de la guerra, el acordeonista ucraniano toca la música y la publica en su canal para animar a la gente. Su trabajo durante la guerra se ha convertido en un nuevo álbum que bate récords de duración.

Se trata del enfoque integral para investigar crímenes internacionales cometidos por los rusos desde el comienzo de la agresión rusa a gran escala.

La casa de Svitlana Golovata en Moschun quedó completamente destruida. Se quemó todo: camas, armarios, muebles de madera, incluso la televisión. Da la impresión de que en este lugar nunca ha habido nada.

La aldea de Kantsedalivka, de la región de Járkiv, fue liberada el otoño pasado. Los primeros en llegar a la aldea fueron los voluntarios que vieron un panorama desolador: ruinas de casas, coches quemados, cuerpos carbonizados.

Tras el inicio de la invasión, Víctor Marynchak continúa su servicio en la iglesia de San Juan, aunque él mismo bendijo la evacuación de todos aquellos que decidieron abandonar Járkiv. Ahora en la iglesia a menudo despiden a los militares difuntos, lo que obliga al padre Víctor a plantearse preguntas difíciles.

Las pruebas “irrefutables” contra la joven incluyen una “confesión”, obtenida seguramente bajo tortura, y el hecho de que su padrastro sea prisionero de guerra en Rusia.

Desde que Rusia se anexionó Crimea en 2014 y tomó el control de gran parte de las regiones de Donetsk y Lugansk, en los territorios ocupados de Ucrania se cometen numerosos crímenes de guerra, violaciones de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.

Aquí vienen más detalles sobre el secuestro de representantes de los medios de comunicación ucranianos y los ciberataques rusos.

Dergachi es un pueblo que no fue ocupado, pero desde los primeros días de la guerra sufrió bombardeos continuos durante las batallas de Járkiv.

Los “pros” y “contras” de la ratificación del Estatuto de Roma.

La Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas firmó memorandos de cooperación con el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Salud.

A 15 kilómetros al norte de Járkiv se encuentra la aldea de Borschova a donde llegó la guerra en las primeras horas de la invasión a gran escala.

Un equipo de documentalistas e investigadores estableció que el ataque fue llevado a cabo por la Brigada Misilística 47 del Ejército Nº8 de la Federación Rusa bajo el mando del coronel Vitaly Bobir, usando los misiles Iskander-K.

Valentyna Torgonska, vecina de Borodyanka, estaba en el sótano con otras personas cuando un proyectil explotó frente a su casa. Se quedó sin hogar y no sabe cómo seguir su vida.

Vitaly Bandrushkiv, habitante de la sufrida Mariúpol, se vio obligado a buscar refugio en Drogobych con su esposa y su hijo. Actualmente, nuestro interlocutor está luchando contra los invasores.

Maksym Veiner era parte del equipo internacional que realizó la evacuación médica en el área de Bajmút. Intentaban evacuar a una mujer herida en el bombardeo, cuando un misil ruso impactó en su coche. Maksym sufrió múltiples traumas y su compañero, el médico voluntario estadounidense, Pete Reed falleció.

Agentes policiales ucranianos y expertos internacionales colaboran para documentar el crimen de genocidio cometido por el ejército ruso en Ucrania.